lunes, 1 de enero de 2018

Todo arrasado, todo quemado – Wells Tower


     “Los problemas de mi padre habían comenzado unos diez años antes, cuando la memoria se le había empezado a erosionar. De pronto perdía carteras y juegos de llaves cada vez con mayor frecuencia. Se quedó sin trabajo después de que hubiera dejado solos a sus clientes en el banquillo de los acusados, repetidas veces, mientras él deambulaba por las calles e intentaba recordar dónde había dejado el coche. A mí me había olvidado prácticamente dos años antes, y el mes anterior, al despertarse de una siesta de dos días, no reconoció a mi madrastra. Llamó a la policía. Ella tuvo que enseñarles dos documentos que acreditaban su identidad para que no la detuvieran por allanar su propia morada.
     Nadie sabía muy bien que hacer. Habíamos buscado residencias, pero había una lista de espera de diez años si no pedías la plaza para un tarado gritón con una sarta de problemas, desaseado y dado a insultar a la gente. Aparte de aguantar a mi padre, Lucy no trabajaba. Vivía de los ahorros de él. Mi padre sólo tenía sesenta años y, por lo demás, gozaba de buena salud. Podía seguir consumiendo dinero y consumiendo a los demás de preocupación, al menos, durante otros veinticinco años.”


Krustcomment: Irregular y multipremiada recopilación de nueve relatos cortos de una longitud media de unas veinticinco páginas: “La costa marrón”, “Retiro”, “Ejecutores de energías importantes” (Fragmento seleccionado para el post), “A través del valle”, “Leopardo”, “El ojo tras la puerta”, “La América salvaje”, “En la feria” y el que da título al libro “Todo arrasado, todo quemado”; entre los que destacaría especialmente los subrayados en negrita.
Wells Tower (Vancouver, Canadá, 1973) es un autor relativamente joven que aquí se gana la oportunidad de seguir leyéndolo aunque, en mi opinión, ese traje con etiqueta comparativa que le cuelgan asociándolo a nombres tan grandes del relato corto como Raymond Carver o John Cheever le venga, hoy por hoy, demasiado grande. Tiempo al tiempo, interesante lectura en todo caso.-