jueves, 16 de noviembre de 2017

Arrancad las semillas, fusilad a los niños


Acabo de conocer este 2017 a Kenzaburo Oé, Premio Nobel de Literatura en 1994, en doble sesión con “La presa” (1957) y “Una cuestión personal” (1964) – su debut literario y su 3ª novela respectivamente-, para completar este pequeño baile de cifras añado que el autor nació un lejano 1935, o sea que continúa vivito y coleando; nunca es tarde si la dicha es doblemente buena…
LA PRESA es un relato corto sobre un piloto negro que va a caer en un poblado japonés rural durante la Guerra del Pacífico y supone un contraste muy interesante entre maneras y formas de transitar por la vida en el momento o con la edad que te ha tocado en suerte… o en desgracia
UNA CUESTIÓN PERSONAL es la historia de un profesor sumamente particular, llamado Bird para más información, en la siempre fascinante metrópolis de Tokio –aquí contemporáneo años 60, intuyo, aunque nunca se menciona el dato- ante un dilema vital de máxima importancia para él, que lógicamente no desvelaré aquí, que nos invita a plantearnos muchísimas cosas personales durante el espacio-tiempo de 3 días y 3 noches realmente vertiginosas que dura su periplo. Las dos novelas son muy recomendables pero esta última me ha parecido realmente soberbia y me temo que es la que me va a hacer seguir indagando la bibliografía del autor.

(Imagen: Kenzaburo Oé con su hijo Ikari. El título del post “Arrancad las semillas, fusilad a los niños” es el de su 2ª novela que no he leído pero me ha fascinado como título y también lo pongo por no dejarla en medio de la 1 y la 3, como recordatorio personal, ya que posiblemente sea la próxima que lea de Oé… si me acuerdo. ¿Ya está? Joder nen, estás de un perrazo últimamente... Venga, Oyasuminasai –Bona nit en japonés cuando te vas al sobre, que cada día se aprende algo nuevo y tal.-)