domingo, 27 de agosto de 2017

Plantando jeta a la barbarie


Cositas que vi en la mani de ayer: 500.000 personas (esperaba bastantes más pero algo en el ambiente me dijo que la peña se reservaba para el 11-S), mucho silencio (aunque el dolor hacia las víctimas ya tiene su zona cero en Las Ramblas), mucha estelada y poca rojigualda (un tipo gris repartiendo banderolas de esas que dan a la entrada de los estadios donde juega la roja… nadie las cogía, ¿por qué será?), el sonido sincopado y palmero de la multitud en tres toques al son del No Tinc Por, no vi a las autoridades porque andábamos por la parte de atrás, encima dels Jardinets de Gràcia, hasta que la cosa empezó a avanzar, también vi que repartían rosas blancas, rojas y amarillas (los colores de la ciudad) y que la gente las colocaba de modo espontáneo en los vehículos de Mossos, Bombers i Ambulàncies que encontraban en su camino (servicios que rayaron a gran altura, todos ellos, desde el momento en que se desató el drama), también vi toda una serie de imágenes impagables en lo concerniente al Civismo Pacífico, marca de la casa, que siempre ha demostrado esta ciudad –que vuelve a latir, como no podía ser de otra manera- a la hora de manifestarse ante algún tema en concreto… hoy leo un poquito aquí y allá y extraigo, además de mis propias conclusiones (buff, la pataleta tergiversada de medios nacionales como El País o El Mundo…), una imagen, esta que ilustra el post, que vale más que dos mil diecisiete palabras.-