domingo, 30 de julio de 2017

Los tipos duros no bailan – Norman Mailer


“Se me ocurrió que apenas si sabía usar un rifle, y que no tenía demasiada buena puntería con mi pistola. Por otra parte, no me había liado a puñetazos con nadie desde hacía cinco años. Gracias a la bebida y el tabaco, debía de tener un hígado el doble de grande de lo normal. A pesar de todo, el pensamiento de enfrentarme a Regency me devolvió un poco de mi antiguo valor. Ni antes ni ahora había sido lo que se dice un luchador, pero los años que pasé trabajando en bares me habían enseñado algunas tácticas, que la cárcel se encargó de perfeccionar, hasta el extremo de convertirme en un verdadero manual de trucos sucios. ¡Así es la vida! Me había comportado de un modo tan brutal en mis últimas peleas callejeras, que al final tenían que separarnos. Algo de la sangre de mi padre debía de haber pasado a mis venas y, al parecer, había heredado su código de conducta. Los tipos duros no bailan.”