miércoles, 31 de agosto de 2016

La injusticia del olvido

“La grifería de latón verdeante, que pronto será centenaria, todavía aguanta. Las alfombras persas son propicias a los desplazamientos, tanto en el espacio como en el tiempo, y a las ensoñaciones geográficas y demográficas. Acostado dentro del agua caliente, el fantasma del futuro prende un cigarrillo y escucha al viento barrer los árboles del parque. Siete mil millones de hombres pueblan hoy el planeta. A principios del siglo XX eran menos de dos mil. Se estima que, en total, ochenta y cuatro mil millones de seres humanos han vivido y muerto desde la aparición del Homo sapiens. Es poco. El cálculo es simple: si cada uno de nosotros escribiera tan sólo la vida de diez personas a lo largo de la suya, nadie sería olvidado. Nadie sería borrado. Todo el mundo pasaría a la posteridad. Eso sería justicia.”

Peste & Cólera
Patrick Deville


Krustapunte: A rasgos generales, diría que esta novela es la apasionante biografía de un tipo genial llamado ALEXANDRE YERSIN, ¿ni puta idea, no? lo entiendo perfectamente, a mí tampoco me sonaba de nada… pero es mucho más, muchísimo más. Muy recomendable para aventureros de espíritu peleón, emprendedores de todo pelaje y amantes sibaritas del viaje real o imaginario -real en este caso, imaginario lo que suscita en tu cerebro- que representa la Literatura en general.-

Valoración Personal: 8 sobre 10

Imagen: Entierro de Alexandre Yersin (1863-1943) en Nha Trang (Vietnam)

martes, 30 de agosto de 2016

Tokyo, Tokyo - Capítulo 3: Kamakura

Descripción: Pequeña ciudad costera perteneciente a la prefectura de Kanagawa.
Distancia desde Tokyo: 50 minutos aprox. en tren (JR Yokosuka Line o JR Shonan Shinjuku).
Recomendaciones: Ofrece muchísimas cosas, en un día bien invertido se pueden hacer casi todas, pero como visitas imprescindibles diría que…


Imagen 1: Templo Hase-dera con sus estatuas Jizo (guardián de los viajeros y a su vez de los niños y la maternidad) y las impresionantes ofrendas a esos niños fallecidos que las mujeres japonesas colocan en forma de estatuas en miniatura que uno se va encontrando en los sitios más insospechados. Mejor no contar nada más, posiblemente el rinconcito nipón que más me ha impresionado de este viaje…


Imagen 2: Daibutsu, es el nombre que le dan al gran Buda del Templo de Kotoku-in. Es una estatua de bronce de 13.35 metros y 93 toneladas de peso, es el Buda más grande de Japón situado al aire libre (parece ser que fue construida hacia 1252 y que anteriormente la estatua se encontraba en un templo de madera que fue arrasado por un tsunami a finales del siglo XV… pero el Daibutsu ni se inmutó, esto es lo que entendí en la exposición al efecto que allí se encuentra); eso hace que actualmente su visión sea espectacular rodeado del verdor de las montañas, observando el mar desde las alturas…


Imagen 3: Después de varias horas de caminata intensa (se recomienda llegar tempranito a Kamakura, es un sitio que hay que visitar a pie, para aprovechar el día hasta regresar a última hora a Tokyo…) no hay nada como un baño en alguna de sus playas: Yaigahama, Zaimokuza o Koshigoe (no hace falta toalla, te secas en 5’ mientras tomas una Kirin, Sapporo o Asahi, por orden las tres marcas de cervecita japonesa que más me han gustado ;-), en alguno de los chiringuitos)… o directamente en las tres si las piernas responden mientras vas visitando otros espacios de interés que vas encontrando por ahí. Además, no todos los días tiene uno la oportunidad de zambullirse en el Océano Pacífico. Splash!

Para + Info (Excelente Blog sobre Japón): Japonismo.com

miércoles, 24 de agosto de 2016

Todos los fuegos: El fuego interno

“El fuego aullaba en la lumbre y la lluvia azotaba las ventanas. Entonces sucedió lo último. Saqué del cajón el pesado manuscrito de mi novela, los borradores, y empecé a quemarlos. Fue un trabajo pesadísimo, porque el papel escrito se resiste a arder. Deshacía los cuadernos, rompiéndome las uñas, metía las hojas entre la leña y los movía con un atizador. De vez en cuando me vencía la ceniza, ahogaba el fuego, pero yo luchaba con ella y con la novela, que, aunque se resistía desesperadamente, iba pereciendo poco a poco. Bailaban ante mis ojos palabras conocidas, el amarillo iba subiendo por las páginas inexorablemente, pero las palabras se dibujaban a pesar de todo. No se borraban hasta que el papel estaba negro, entonces las destruía definitivamente a golpes feroces de atizador.”

El maestro y Margarita 
Mijaíl Bulgákov


Krustapunte: MASTERPIECE del búlgaro… ¡Ah, no, que era ruso!
Imagen: Mijaíl Afanásievich Bulgákov (1891-1940)

domingo, 21 de agosto de 2016

Tokyo, Tokyo – Capítulo 2: El elogio de la sombra


Desde las alturas del mirador de la Torre de Tokyo (una réplica kitsch de la Torre Eiffel de París construida en 1958 y con 333 metros de altura) se pueden admirar unas vistas nocturnas abrumadoras de los cuatro puntos cardinales de la ciudad y va muy bien para situar las celdas que conforman sus enjambres en forma de barrios, para que me entiendan es como vivir de un modo real la experiencia del visionado de los primeros minutos de la mítica “Blade Runner” de Ridley Scott, helicópteros nocturnos incluidos, y analizar mentalmente todo ese monstruo arquitectónico que ha sido capaz de crear el hombre moderno. Ineludible para tener constancia precisa de toda la vastedad del lugar que has decidido visitar. Cobran algo para subir pero no es demasiado caro -900 yenes, unos 7 euros-, también hay que decir que uno tiene la oportunidad de ver este tipo de vistas en contraste diurno y en formato gratuito metiéndose en algunos de los múltiples rascacielos comerciales que vas encontrando por toda la urbe y picándole al botón más elevado de esos ascensores futuristas que tiene esta gente, les puedo asegurar que abrirse las puertas conduce a sorpresas inigualables… pero, en todo caso, les recomiendo esta visión en particular para admirar la magia de la noche en una ciudad que nunca duerme. La torre la encontrarán por la zona de Minato-ku y la parada del subterráneo es Akabanebashi.-

* “El elogio de la sombra” es un ensayo de culto escrito por Junichiro Tanizaki en 1933 y que ya reposa pausadamente en mi estantería para ser devorado en breve…

viernes, 19 de agosto de 2016

It’s just a fucking number!

Allí abajo tengo un cacharro contador que me indica el número de post-entradas de este Blog, ahora mismo marca 665, o sea que la próxima será la 666 –pienso, mientras escribo esto… y clavo en mi pupila tu pupila negra- Bah! voy a actualizarlo con lo primero que se me ocurra –pienso, again-… y va y me sale esto, ¡qué recuerdos, man!,  pinchen el numerico de marras si les apetece ver la cosa en cuestión:


 *Supongo que influenciado, todo hay que decirlo, por el gato negro gigante –personaje de “El maestro y Margarita”, la novela de Bulgákov que estoy leyendo en la actualidad-; un ‘minino’ que habla y bebe vodka además de colarse en los tranvías de Moscú. Oish, que cosas más raricas!!!

jueves, 18 de agosto de 2016

Tokyo, Tokyo

De vuelta a casa tras un viaje tan maravilloso e intenso, son tantas las experiencias acumuladas y dignas de ser contadas a quién pueda interesar que nos lo vamos a tomar con la paciencia necesaria, para eso este Blog dispone de una etiqueta particular dedicada a ese fascinante país, en todos los sentidos, que es Japón… si antes ya era un apasionado del tema me da a mí que la pedrá del impacto vivido me va a reforzar en mi condición de frikijapo...
Han sido 14 días como 14 soles nacientes con su docena de noches correspondientes ya que dos de sus lunas se pierden en esa historia tan complicada e incomprensible -para este lerdo servidor de ustedes- que son los cambios de horarios según se va dando un garbeo completo por otras latitudes de la bola del mapamundi. Tokyo como base porque es una mega-metrópolis única en el mundo (sí, sí, por encima de New York en mi opinión, y/o de otras citys que tengo la suerte de conocer…) digna de ser descubierta en profundidad, cada uno de sus barrios merece como mínimo una jornada completa de investigación, aunque desde aquí les recomiendo que se tomen algún día en ‘escapar’ del bullicio de sus siempre animadas calles y se tomen un ‘descanso’ por algunas de las localizaciones situadas a tiro de piedra de la ciudad –trenes rigurosamente funcionales mediante- para recargar pilas y desconectar de la abrumadora capital: en nuestro caso particular han sido 3 impresionantes conquistas: Hakone, Nikko y Kamakura...
¿Qué es lo que más me ha gustado? La pregunta se responde en una sola palabra: TODO, desde la extrema amabilidad de sus ciudadanos (uno se da cuenta de que hay otras formas de hacer las cosas en sociedad además de la occidental y encima va y les funciona. Completamente convencido de que lo van a bordar en la próxima Olimpiada allá por el 2020…) hasta cualquiera de sus extraordinarios rincones siempre tan trabajados con esa manera tan exquisita que tienen los japoneses de hacerlo todo mimando hasta el infinito y más allá el sutil encanto de la BELLEZA en cada una de sus múltiples manifestaciones; creo que no hace falta añadir nada más… pero bueno, alguna cosilla iremos contando en forma de reportaje existencial con el apoyo de ese memorable archivo fotográfico que hemos traído de vuelta a casa… una agostada Barcelona, siempre extraña e irreconocible para los que la habitamos el resto del año. De momento, resituándonos y tal… Salut!


Imagen: La foto está tomada desde Hakone, es muy difícil apreciar desde allí el monte Fuji (sólo es posible en extraños días despejados y sin que las nubes condensen su cima), los dioses fueron agradecidos con nosotros y nos permitieron grabar esta imagen en la retina, esa montaña del fondo sin las conocidas nieves perpetuas de su cima pero a cambio con un manto de nube estival lamiendo su cumbre (y otra gorda y caprichosa a la izquierda que solo cinco minutos después devoró el breve momento de gloria que no pudieron disfrutar otros fotógrafos menos afortunados); a la derecha, sumergido en las aguas de lago, también se pueden apreciar un impresionante tori rojo que también visitamos desde su base tras una mínima ruta senderista apta para todos los públicos.

martes, 2 de agosto de 2016

Nedra & Viri: Luz de una vida fragmentada en sombras

“No hay una vida completa. Hay sólo fragmentos. Hemos nacido para no tener nada, para que todo se nos escurra entre los dedos. Y, sin embargo, esta pérdida, este diluvio de encuentros, luchas, sueños… hay que ser irreflexivo, como una tortuga. Hay que ser resuelto, ciego. Porque cualquier cosa que hagamos, nos impide hacer la cosa opuesta. Los actos demuelen sus alternativas, he aquí la paradoja. La vida, por tanto, consiste en elecciones, cada cual definitiva y de poca trascendencia, como tirar piedras al mar. Hemos tenido hijos, pensó; nunca podremos no tener hijos. Hemos sido mesurados, jamás sabremos lo que es derrochar nuestra vida…”


Años luz
James Salter