sábado, 9 de julio de 2016

Cruïlla 2016 – Barcelona Summer Festival

Esta crónica va de corrido sanferminero, disculpen las posibles faltas y tal.
¡La feina ben feta no te fronteres! Sería mi epitafio a modo de sentencia si me pidieran que intentara resumir el entierro/encierro de lo de anoche en una sola frase. Un Festival 10 en cuanto a organización, en primer lugar por esa acertada decisión de su director de limitar el número de tickets a, creo, que 25.000 por cada una de sus tres noches, ni uno más ni uno menos, con esto se consigue que el espectador pueda gozarlo a tope sin la desagradable sensación de que la multitud te acabe quitando el derecho a pasártelo bien (sin colas en los WC, sin colas en las barras, sin aglomeraciones a pie de escenario o en las gradas…), me gustaría destacar también la conciencia social presente en todo el recinto del Fòrum con gentes variopintas dedicadas a labores tan loables como todas esas ONG’s y otras asociaciones que todos tenemos en mente (casetas o stands para que se acercase quien así gustase…) y también me gustaría mencionar la fantástica gastronomía, de todos los rincones del mundo, presente en una zona estratégicamente situada y formada por una especie de caravana de roulottes que ofrecían sus viandas a cualquier hora (sólo comimos una historieta mexicana, que no recuerdo como se llamaba aunque llevaba pollo y enchilado puro fuego o algo así, que estaba sencillamente delicioso por 3 euricos la pieza, rico-rico…). En el tema del alpiste, 3 euricos la birra tirando a grande también, patrocina Estrella Damm (mi cerveza preferida de siempre) y hay que destacar el extremado cuidado a la hora de servirla (temperatura, espumeo, presentación…) en todas las barras y surtidores ambulantes que te ibas encontrando por ahí. Por cierto, la cosa funciona con una pulsera con chip incorporado que uno recarga antes de entrar (sin colas tampoco) y así te van cobrando aquí y allá (también vale para el papeo de las caravanas, merchandising, etc…) y así se evita que circule el dinero, está bien este sistema, yo que no soy mucho de cosas modernas debo confesar que me ha convencido totalmente…
¡Ya vamos con la música que es lo que interesa, collons! El cartel de los 15 artistas programados para la noche del viernes se distribuía entre los 4 escenarios existentes (estratégicamente situados para que no se pisaran de unos a otros, muy importante este dato y con una sonoridad sublime en todos ellos, chapeau!) y que eran el Estrella Damm donde vimos al gran Damian Rice y sus canciones intimistas de exquisita belleza… después venían los Crystal Fighters y los Rudimental de madrugada pero a esos no los vimos porque ya estábamos cansaos en otra ocasión será. El Stubhub que fue donde vimos el primero a las 19.15 horas sobre el césped que olía… a hierba de incienso claro, junto al mar, y el privilegio lo brindó Cat Power (avisados estábamos de que no nos perdiéramos este, gracias a quién corresponde que ya saben ellos quienes son… ¡la familia del Kieerkegard!), después le tomó el relevo el Maestro Bunbury (5ª vez ya en el currículum de vistos y personalmente la 2ª que más me ha gustado, con unos Santos Inocentes descomunales en la instrumentación cada vez más cohesionada con un Enrique que ayer lució una voz potentísima y consciente de ellos llegaron a repasar hasta ¡5 canciones de Héroes del Silencio! Sencillamente descomunal, sublime como siempre. El relevo lo tomó Vetusta Morla, que están bien con su indie de calidad, aquí nos quedamos ya rebasada la 1 de la madrugada y tras 6 horas de marcheta, y cerraron los Digitalism Live a las 5 de la madrugada, que lógicamente ya no vimos… otro escenario, el Time Out, aquí vimos un ratito a Esperanza Spalding pero hacía demasiado calor justo ahí a las 7 de la tarde y nos cambiamos rapidito a Cat Power al cuarto de hora… aunque regresamos para ver un ratico larguito de Chambao, irresistibles con su chill out salado y mediterráneo, yo diría que fueron los que más gente congregaron, buen rollito, mucha cerveza fría, y bailecito sudoroso, grande la Mari (extraordinaria de voz como siempre) y su banda, ¡claro que sí!, luego vinieron Speed y cerraban Bomba Stereo a las tres de la madrugada (le dimos la pulsera de acceso a una pareja joven que había en la puerta a la salida del recinto porque nos la pidieron muy amablemente para ver a estos dos grupos… ¡que los disfrutéis!). Y el último escenario, el Radio 3, donde tuvimos la oportunidad de vivir nuestro gran momento de la noche y uno de los más grandes de nuestra vida musical: ver por primera vez en directo y a pie de escenario a un Adrià Puntí (acompañado de la Rauten Band un excelente, muy acompasado, cuarteto) sencillamente descomunal en un concierto histórico por múltiples razones que igual me apetece explicarles otro día (acabo de leer la crítica de La Vanguardia, muy buena sí señor), inolvidable de verdad de la más que wena. Pasaron después por ahí Ramón Mirabet y Zoo pero ya íbamos de traslado a Bunbury (Puntí-Bunbury seguidos, buah mae mía!) y ya no los pudimos ver…

A diferencia de otros festivales de la city, como el Primavera Sound mismamente, aquí no había guiris, pongamos un 80% de público local y el 20% restante gente de otros puntos de la península ibérica sumergida (estuvimos un ratito muy agradable con otra pareja que venía de Valladolid expresamente para ver a Bunbury… y lo que se terciara después), y es que si quieren pasarse algún año por aquí recuerden comprar sus entradas con antelación porque una vez cumplido el aforo ya no entra ni uno más. Acabo reiterando públicamente mi felicitación a toda la peña de la organización de este Cruïlla-2016 por hacer los cosas tan y tan agradables, para construir entre todos un mundo mejor hay que mimar la cultura y a la respetable penya que la consume así de bien. Gracias.-