jueves, 16 de julio de 2015

Chap Chap – Kiko Amat

La nieta de la Aurora

Les voy a hablar una miajilla de este libro una vez coronadas las ciento y pico primeras páginas (afortunadamente todavía le quedan muchas más a esta delirante y descacharrante, refrescante y tonificante lectura, ante todo adjetivos superlativos así de entrada y… a la sortida ja veurem peró jo ja tinc la feina feta!*) de esta Lectura Complementaria (a ver quién es el feo que viste este tocho, tan manejable y acertadamente editado por la peña de Blackie Books, con una etiqueta mejor. Sí, vale, caben otras pero a mí ya me mola esta…). Y es que a pesar de que tenía pensado ir intercalando el chapoteo confesional – social y existencial a más no poder- de Mr.Kikoamat –sí, tío, yo también te nombro así todojunto- con otras lecturas estivales, al final he decidido leérmela de un tirón de esos que sirven para gozarla en grande pululando por paisajes mundanos y misceláneos varios sin ninguna prisa por arribar a la meta, vaya que así rollo Tour de France (¡Great Britain!, quicir) pero con el autor pedaleando, pataleando, chapoteando, infatigablemente en polifacéticos saraos y manipulando teclas después para contárnoslo con exquisito sentido del humor… mientras que el lector (buscando la postura adecuada para esta atenta ascensión literaria, haciendo la goma a rebufo que para eso se han invertido diecinueveconnoventa leuros a literato ganador, ya sea en el sofá, en la terracita o en el atestado vagón del metro de turno: “no, no es que no me chiflen los pantaloncitos cortos de las mozas es que ahora mismito ando concentrao en la lectura, entiéndame usted”) se regodea en el libre manejo del artefacto en cuestión: la Lectura Complementaria de marras, recuerden su título. Una maravilla, vaya, de la que no pienso contarles nada más porque a cada página que curveen les garantizo que van a encontrarse una nueva aventura de ayer o de ayer… pero rabiosamente disfrutable a día de hoy, ¿2015, ya? ¡joder!  Uno de esos libros que acabarán como la Rosario, la nieta de la Aurora, de tanto manoseo, o sea que ya va la zarpa otra vez buscando la nalga insurgente que abomba el pantaloncito a modo respingón –jeans con cierre trasero, ya sea en mini cremallera, tres botones nomás o gracioso cordel- sí, sí, las calores, que ya van tres olas nomenos y eso, que casi que dejémoslo así…

Digamos también, que se imponen, se recomiendan si lo prefieren, pausas didácticas más que justificadas para googleos musicales, cinéfilos, referenciales varias de las que van surgiendo durante la lectura, porque aunque personalmente soy consciente de que la monumental resaca está más que garantizada tras la última página, al final resultará una de esas grandes experiencias que más que malestar general acaban dejando un poso de sabiduría tal que van a servirle a servidor, aportarle al portador del libro en posesión (que ya me pide mi mujer, que ya me reclama mi hermano, ¡esperaos cabroncetes!), algo así como un chute vitamínico total en cuanto a refuerzo de identidad personal, tipo working class de extrarradio, of course!, que es lo que uno necesitaba en este momento vital. Digamos que Sant Boi es para el Kikoamat lo que Cornellà significa para el Krust (sí, tío, ahora que ambos logramos escapar a la City pero seguimos teniéndolo a tiro de piedra y casi estamos más pallá que pacá, pa qué te voy a contar…); son muchas las cosas que nos unen e identifican y, en el fondo, solo nos separa una estación de Carrilet**… y alguna que otra opinión en cuanto a gustos artístico-persopasionales; en fin, que nada serio que no pudiera solucionarse, quintillos estrellados a su temperatura adecuada y sin vaso por favor, en la barra de algún bar neutral, y en caso de problema o discrepancia que le quede claro al Kikoamat que le invitaría amablemente a salir a la calle… en busca del siguiente capítulo, la siguiente conversación. Pero olvídense de localismos porque estamos hablando de una obra de magnitud internasioná, ya me contarán si deciden leerla.

De una puta vez: ¡Qué le den su columna diaria en un diario medio serio! Muchos seremos los que lo agradeceremos. De momento, seguro-seguro que también después cuando se acabe el mamoneo y ya me hayan quitao lo bailao: Plas-Plas-Plas, modo ovación de las gordas, para Chap Chap… ¡Chapeau!

 * ”De salida ya veremos pero yo ya tengo el trabajo hecho”
** Nombre popular asignado a los trenes de la FGC (Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya) que cubren el extrarradio sur de Barcelona: L’Hospitalet, Cornellà, Sant Boi…