Al frente un precipicio y los lobos a
la espalda, en realidad,
nunca me perdí, y siempre
seguí, el camino correcto. En
algún lugar lejano de
nuestra memoria antigua se
decidió traernos hasta aquí sin
explicación alguna. Todo
lo que necesito hoy, ¡quítamelo!, y déjame seguir atrapado en este bote salvavidas, navegando a la deriva y sin timón.
Por encima de lo mío siempre estuvo el infinito, no quise más, pudiendo disfrutar y no dejar nada en el plato. Todo lo que necesito hoy, ¡quítamelo!, y déjame seguir atrapado en este bote salvavidas, navegando a la deriva y sin timón.
Podemos consumirnos a nosotros mismos de canibalismo gourmet. La velocidad y la voracidad. Derrapar o reventar.
Por encima de lo mío siempre estuvo el infinito, no quise más, pudiendo disfrutar y no dejar nada en el plato. Todo lo que necesito hoy, ¡quítamelo!, y déjame seguir atrapado en este bote salvavidas, navegando a la deriva y sin timón.
Podemos consumirnos a nosotros mismos de canibalismo gourmet. La velocidad y la voracidad. Derrapar o reventar.
Ver Videoclip:
Auditorio Telmex, Guadalajara, Jalisco, México.
Letra: Enrique Bunbury
- (post 32.- “Salvavidas”)
Imagen “Naúfragos”
– Alfred Hitchcock (1944)