Dalí
y su puto genio, oye, tan brillante que casi no hace falta decir nada más. Su intervención,
una suerte de discurso militar dedicado a los infames hijos de puta del vasto
mundo a los que les gusta jugar a las guerras, no es otra cosa que un popular trabalenguas
catalán.
¡Ahora
vas y lo cascas!, el huevo quiero decir…
“Una polla xica,
pica, pellarica, camatorta i becarica
va tenir sis polls xics, pics, pellarics, camatorts i becarics.
Si la polla no hagués sigut xica, pica, pellarica, camatorta i becarica,
els sis polls no haguessin sigut xics, pics, pellarics, camatorts i becarics.”
va tenir sis polls xics, pics, pellarics, camatorts i becarics.
Si la polla no hagués sigut xica, pica, pellarica, camatorta i becarica,
els sis polls no haguessin sigut xics, pics, pellarics, camatorts i becarics.”
Traducción al castellano:
"Era una gallina pinta, pipiripinta, gorda, pipirigorda, pipiripintiva y sorda
que tenía seis pollitos pintos, pipiripintos, gordos, pipirigordos,
pipiripintivos y sordos.
Si la gallina no hubiera sido pinta, pipiripinta, gorda, pipirigorda,
pipiripintiva y sorda,
los pollitos no hubieran sido pintos, pipiripintos, gordos, pipirigordos,
pipiripintivos y sordos".
Imagen 1: Dalí con su polla xica
Imagen 2: Casa Museo
de Portlligat