“Unos pajarillos acuden a alimentarse en el frío de la ribera: ella observa
hasta qué árboles vuelan, cuál es el último follaje, qué bayas invernales
comen, y entonces se pone a recoger cualquier alimento que pueda encontrar.
Descubre en el barro un gorrión muerto. Es contrario a las costumbres comer
aves silvestres, pero, ¿qué son ahora las costumbres más que algo viejo e
incapaz de volar? Atraviesa el pájaro con una ramita aguzada y lo asa en una
llama baja, dándole vueltas y más vueltas, sabiendo al primer bocado que no le
sentará bien, carne vieja, podrida e inútil. De todos modos, impulsada por el
hambre, lo desgarra con los dientes y desliza la lengua a lo largo del hueco
donde otrora latió el corazón.”
Zoli
Colum McCann