“Otra leyenda que escuché decía que Alma Hatch era la mujer más hermosa y
con el pelo más hermoso del mundo. Era tan hermosa que cuando aquella noche
murió congelada en el Paso del Diablo, las águilas ratoneras la sobrevolaban
sin atreverse a picotearle los ojos. Tenía abiertos los ojos helados, y eran
tan hermosos que ningún ave se atrevía a acercarse porque lo que había en sus
ojos era como el volar para las aves.
También estaba aquella sobre los aullidos de pájaro que profería Alma por
las noches. Hasta yo los he oído. Era el sonido más triste del mundo.
Si quieres puedes creerlo. Como muchas de las historias de por aquí, es en
parte cierta.”
El hombre que se enamoró de la luna
Tom Spanbauer