martes, 19 de agosto de 2014

Un Western literario teñido de rosa

“Otra leyenda que escuché decía que Alma Hatch era la mujer más hermosa y con el pelo más hermoso del mundo. Era tan hermosa que cuando aquella noche murió congelada en el Paso del Diablo, las águilas ratoneras la sobrevolaban sin atreverse a picotearle los ojos. Tenía abiertos los ojos helados, y eran tan hermosos que ningún ave se atrevía a acercarse porque lo que había en sus ojos era como el volar para las aves.
También estaba aquella sobre los aullidos de pájaro que profería Alma por las noches. Hasta yo los he oído. Era el sonido más triste del mundo.
Si quieres puedes creerlo. Como muchas de las historias de por aquí, es en parte cierta.”

El hombre que se enamoró de la luna
Tom Spanbauer