Ahí lo
tienen ustedes, esta noche en sus pantallas nada más y nada menos que el
Festival de Eurovisión. Todavía recuerdo aquellos tiempos en que esta cosa
conseguía reunir a muchísima gente en torno a la caja tonta familiar, un sábado
por la noche en prime time, para seguir la emoción de aquellos votos, que
estaban más trucaos que la moto chicharra del vecino del 5º cuando berreaba de
madrugada por las calles del barrio, y que servían para elegir la mejor canción
que había sido capaz de parir esa elegante dama que antaño fue la vieja Europa.
Ahí la
tienen ustedes, les presento a Conchita Wurst, nacido Thomas Neuwirth en 1988,
será la representante de Austria interpretando una tonada titulada “Rise like a
Phoenix”, con dos cojones, en ese circo de la música freak que se celebra hoy
en Dinamarca. La moza bien podría haberse rebautizado como Gillette: la jodida
sirenita de Copenhague. Siguiendo con el recochineo, piensen cosas cochinas y
acertarán, tendríamos que resaltar que Wurst traducido del alemán significa…
salchicha.
Hablando
de votos, dicen que las elecciones europeas están al caer, ¿no?