No sé por
qué extraño motivo, mientras ojeaba una revista el otro día, esta foto me hizo
recordar aquella escena final de “Encuentros en la tercera fase” donde se
produce el contacto entre humanos y alienígenas al son de aquellas cinco pegadizas
notas musicales: Ding, ding, ding, Dong, Dong… flipes personales con la
tecnología avanzada, supongo.
Pero
resulta que ese grupo de personas son inmigrantes africanos que abarrotan cada
noche las playas de Djibouti intentando captar la señal de telefonía móvil de
la vecina Somalia, que por lo visto dispone de una cobertura mucho más barata. Estoy
convencido de que la luna, que ejerce como testigo directo de cualquiera de las
conversaciones privadas que se sucederán en breve, no va a denunciar el posible
fraude cometido; puede que hasta le haga gracia observar desde su privilegiada
atalaya ese mar de estrellitas luminosas que la saludan desde la fina arena de
la gorda Tierra y que, a su vez, les ayude a seguir estrechando sus vínculos familiares
desde los cielos… más allá de las fronteras terrestres inventadas por los
hombres.-
Fotografía:
John Stanmeyer para National Geographic.