El
sheriff Mariano Rajoy, viendo que podría perder su estrella estelada estatal en
breve, le escribe una carta al cuatrero independiente Artur Mas –cuatrero por
las cuatro barras de sangre, esperemos que no sea necesario que llegue al río-,
en ella lo invita a entregar sus armas (básicamente, la voluntad de un pueblo
que quiere volar en libertad), respetando el marco jurídico, y le ofrece un “diálogo
sin fechas de caducidad que aborde cuestiones de interés general de los españoles”,
también le dedica palabras de amor, sencillas y tiernas, que igual fueron
escritas por su vicepresidenta, ayudante de turno “Juntos ganamos todos y
separados todos perdemos, los vínculos que nos mantienen unidos no pueden
desatarse sin enormes costos afectivos, económicos, políticos y sociales”, y de
paso le hace un poco la pelotilla para que deponga su actitud y se entregue sin
presentar batalla: “Siento un profundo afecto por la sociedad catalana en su
conjunto, ejerzamos razonablemente nuestra función como gobernantes
democráticos con lealtad hacia los ciudadanos y las instituciones que
representamos..” bla, bla, bla…