Acabo
de pintar una mesa y unas sillas del balcón. Bueno, barniz para que brille como
el rastro que deja una lombriz, tú ya me entiendes. La cosa tiene su qué, claro
que música de fondo, sobre todo si tienes algo de cebada enfriando en la nevera
y una bocanada de incienso natural quemando en el susodicho asomadero; o sea
que todo parece más bonito y placentero. Me voy a quedar con este momento para
meterme a gusto en agosto.
No me pagan, lo hago por placer.-