jueves, 15 de agosto de 2013
Operafrock
miércoles, 14 de agosto de 2013
Oriol Maspons (1928-2013)
Mogollón
de años revelando fotos en su estudio del barrio de Gràcia que justo hoy inicia
su parranda urbana anual en forma de Fiesta Mayor (iremos un día como cada año,
¿mañana o pasado?, y luego diremos aquello de ¡qué noche la de aquel día!); y
vendiendo sus flashes a las mejores revistas del país y también a las internacionales como Paris Match o Elle…
Esta
foto fue tomada en la playa del Somorrostro, con su arena plagada de barracas,
antes de que Barcelona se dejara abrazar por el mar, excavadoras mediante. La
señorita que aparece en primer plano no es otra que La Chunga, un mito de la
época para quien no la conozca, y de la que poco se sabe, ni siquiera cuando
nació realmente, aunque eso sí, sigue vivita y coleando. Oriol siempre andaba por ahí haciendo fotos,
por los arrabales del litoral barcelonés, aunque tampoco tenía complejos para
retratar a la Gauche Divine de la ciudad en sus alocadas noches. Fueron dos de
los temas sobre los que giró el conjunto de su obra, aunque como buen
juerguista, por lo visto era un cachondo de tomo y lomo, tampoco le hacía ascos
a otros asuntos más faranduleros, y dignos de ser retratados por su cámara: los
toros, el flamenco, el cine…
Pocos
lo conocían aquí, aunque hasta el mismísimo Moma le hubiera dedicada alguna
exposición al otro lado del charco o, entre otros trabajos, hubiera ilustrado
el ‘Poeta en Nueva York’ de Federico García Lorca. Le dieron la Creu de Sant
Jordi en 2006 y hace poco el MNAC (Museo Nacional d’Art de Catalunya) llegó a
un acuerdo para quedarse con su colección particular formada por más de 1.500
fotografías; quiero suponer que ahora las sacarán del ostracismo de algún
sótano de archivos y las expondrán como memoria histórica a ese pueblo que fue
el que realmente inspiró su trabajo.
La
parca no hace vacaciones, no. DEP.-
Labels:
Barcelona,
Cementerio
lunes, 5 de agosto de 2013
Jesús 6º
Tenía
muchas ganas de ver este documental musical, y lo cierto es que, por aquellas
cosas de la vida, he ido hace un ratito, sólo, bueno con una de esas
circunstancias mías que podrían suceder una tarde de lunes de agosto de año
fatídico (¡las ganas que tengo de estrenar el 14 no se las puede imaginar nadie…)
en vacaciones urbanas; cines Verdi, sala pequeña pero buena entrada, la cinta,
de casette o celuloide, lo merece mucho y si no te lo crees vas y lo descubres
cuando tengas la oportunidad, o te la pillas en DVD (¡Dígitos veo dígitos at
home!) si es que te apetece claro, yo recomiendo que vayas virgen en cuanto a
la historia del amigo Rodriguez, lo demás ya te lo contarán ellos, todos los
que salen, que para eso… lo hacen gratis.
Sea
en Houston con tu problema, en Ciudad del Cabo atando ídems o en el sofá de tu
casa, amigo mío, ¡no te pierdas esta jodida OBRA MAESTRA!
No
pongo video no, otra foto y arreando. Pasen ustedes un buen verano.-
domingo, 4 de agosto de 2013
Cállese la calle
El primero de los que pringaban, ‘la madre’ lo llamaban, apoyaba la espalda en una pared de alguno de los edificios donde iba a celebrarse el duelo, el resto de su equipo de perdedores se colocaban, agachados en ángulo de 90º, con la cabeza entre las piernas del compañero precedente formando una larga hilera de lomos que se ofrecían generosos al salto triunfal de los contendientes del equipo rival. Pero, esto era un juego, y como tal, debías ser consciente de que podías perder y entonces se invertirían las tornas, así que la cosa estaba clara, ríete mientras puedas porque donde ahora las dan puede que más tarde se las tomarán.
Unos cargaban con el peso del gozo ajeno y otros disfrutaban del poder que suponía desplegarlo a lomos de su adversario: Churro, media manga, mangotero (así se llamaba este juego en mi barrio) ¡Adivina lo que tengo en el puchero! Tenías algo así como un 33.33% de oportunidades de ganar. Casi como en la vida misma, ¿no?
En catalán el juego se llama cavall fort.
En Cantabria se llama ¡Garbancito va!
En Galicia se llama Huevo, pico, araña.
En México se llama Burro Bala.
En Chile se llama Caballo de Bronce.
En francés, Papa vinga.
En inglés, Buck buck.
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Todo es de color
viernes, 2 de agosto de 2013
El bolero del pincel
Acabo
de pintar una mesa y unas sillas del balcón. Bueno, barniz para que brille como
el rastro que deja una lombriz, tú ya me entiendes. La cosa tiene su qué, claro
que música de fondo, sobre todo si tienes algo de cebada enfriando en la nevera
y una bocanada de incienso natural quemando en el susodicho asomadero; o sea
que todo parece más bonito y placentero. Me voy a quedar con este momento para
meterme a gusto en agosto.
No me pagan, lo hago por placer.-
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