Pequeño homenaje
para Ona Carbonell, 23 años, igual he perdido la cuenta pero creo que son tres
medallas de plata y cuatro de bronce las que ha ganado en los Campeonatos del
Mundo de Natación que se están celebrando estos días en Barcelona. El botín
sube a siete metales ¿no?, a las que hay que sumar otras dos de las gordas,
plata y bronce, que conquistó en las pasadas Olimpiadas de Londres 2012, entre
otras preseas anteriores que venía ganando y que, me van a disculpar, pero ya
no soy capaz de contabilizar. Próxima estación: Río de Janeiro 2016.
De paso comentar
que la cosa se ha visto en casa por Teledeporte, una cadena que respeta el
ejercicio de las nadadoras y el oído musical del telespectador, para después
comentar la jugada, como Neptuno manda, en las repeticiones. Sintiéndolo mucho
por TV·3 y la insoportable Anna Tarrés, cotorra fichada para la ocasión que no
para de hablar y destrozar tanto el ejercicio como el espectáculo televisivo
con su verborrea pedantorra de entendida en la materia. ¡Anda y vete a la playa
con un detector de metales a lamerles los nomeolvides a los chulopiscinas de
turno!
Viene de la
gimnasia rítmica, otro deporte que me encanta (pedazo friki estoy hecho) y eso
se le nota a la hora de danzar en el agua cual cadenciosa sirena de rabia y
miel.
¡camarONA!
¡campeONA!
¡barcelONA!
¡guapetONA!