miércoles, 19 de junio de 2013

El río que nos lleva


Dicen que la Naturaleza es muy sabia, no tengo ninguna duda al respecto, pero también es muy puta. La comarca catalana de la Val d’Aran ha quedado anegada por el desbordamiento de sus principales ríos (Garona, Noguera Pallaresa, Nogera Cardós…), por suerte los abundantes campings existentes en la zona no estaban aún abiertos, en espera de la temporada ¿veraniega?;  centenares de evacuados (afortunadamente sin ninguna víctima mortal), cortes de luz, gas, telefonía fija y móvil, puentes arrasados por la fuerza del sólido caudal, casas derrumbadas, y, lógicamente personas y carreteras incomunicadas en su desgracia. Parece ser que la cosa remite, espero que así sea, y la Natu, furcia que se cobra lo que quiere y paga con dolor a quién posiblemente no lo merece, sea condescendiente con uno de los parajes más bellos que un servidor ha tenido la oportunidad de disfrutar en toda su vida, dudo sinceramente que existan lugares capaces de igualar la belleza de algunos de los rincones afectados: Bossost, Arties, Les, Vielha, Betlan (aquí tuvimos un campo base y al ser un punto muy elevado espero que no llegara el agua… no tengo noticias, pero imagino que, como mínimo, no se puede bajar de sus alturas), Salardú… en fin, duele ver esas imágenes donde se reconocen esquinitas, recodos, de lugares transitados con tanto respeto y en perfecta comunión con su entorno salvaje, sin domesticar.
¿Ahora qué?, ¿Vendrá el ministro popular a declarar la zona catastrófica?, podemos esperar sentados... Bah!, me importa tan poco que ahora mismo no recuerdo ni su nombre, ¿el señor Bledo? En todo caso, la Val resurgirá de sus lodos en poco tiempo, estoy completamente convencido.
En estos tiempos que corren solo nos faltaba un año loco en lo climatológico: nieves que deshielan a las puertas del verano, inundaciones aquí y allá (Centroeuropa hace unos días), embalses a tope que abren compuertas y cierran reservas…  y ahora vendrán esos fuegos perpetuos a esquilmar la tierra que todavía aguante valiente en pie; pero no será lo mismo, como proclaman algunos: el agua puede combatir al fuego, el fuego jamás puede vencer al agua. Elementos que se alimentan de ti y de mí, dementes dragones que vomitan bilis en descomunales arcadas, líquidos fluidos que queman y ahogan.
Resistir o dejarse violar en el intento. Esa es la innegable cuestión para Natu.-