domingo, 5 de mayo de 2013

Isósceles

Eugenides escribe una novela cada diez años (‘Las vírgenes suicidas’ me gustó, ‘Middlesex’ me encantó, y ésta puede que así recién leída, ya que ha sido mi libriki para el Sant Jordi 2013, hasta un poquito más…), lo cual me parece perfecto ya que un autor, cualquiera, siempre debería tomarse el tiempo necesario para pulir una obra y no doblegarse ante los apremios del editor de turno o las exigencias puntuales del mercado. Y más cuando el tiempo invertido vale, y mucho, la pena para la gente que disfrutará de su lectura cuando le llegue el momento. Sí, ya sabemos que lamentablemente la cosa no funciona así.

Una historia de amor triangular con toda la fuerza y el estilo de las grandes obras maestras de la literatura clásica (referencias a Austen, Eliot, las Brontë…), con un más que interesante toque filosófico (Derrida, Nietzsche, Barthes...) pero que el bueno de Jeffrey transforma en casi contemporánea, situándola en 1981-82, con un trío de personajes realmente potente. Una novela tan arriesgada como lograda con aires de clásico atemporal. ¡Chapeau! y a esperar otra década para tener noticias de este tío…