lunes, 15 de abril de 2013

Lápices cómplices


Carboncillo y carmín. El artista modela a su criatura, la desviste de personalidad, le indica la pose adecuada y la invita a desconectar de su propia realidad; hace de su presencia remanso de ausencia. Sólo entonces eleva el pincel y se sumerge, sin miedo, en los oscuros pantanos de la creación.-

Ilustración: Viñeta “L’Arleri” – Edmond Baudoin (2008)