domingo, 21 de octubre de 2012

Recuperando memoria


Los días de tormenta, climatológicamente hablando, me suele dar por hacer cosas raras. Por ejemplo, rescatar este blog del olvido después de un tiempo, supongo que, necesario de desconexión virtual. Así que pafuera telarañas, lavada la cara y recién peiná la razón de mi existencia, que se rompa el silencio en mil pedazos, que se alce el tempestuoso telón de lo que queda por decir y que fluya la palabra a su libre albedrío. Tiempo habrá de volver a ahogarse en un océano cualquiera de incomunicación…