sábado, 18 de diciembre de 2010

Tururú


Esperpento o espanto produce visionar la última película de Alex de la Iglesia (Cruz y Raya en la casa del Señor Director de la Academia del Cine Español).
Tras una curiosota puesta en escena, títulos de crédito incluidos, y unos pocos minutos de interés nacional, la peli gira hacia lo friki juguetón, desafinado y pretenciosamente grandilocuente; lo jodido es cuando los payasos dejan de hacer risa, ni siquiera irónica, y mucho menos de provocar gracia (salvo la escena del General Franco cazando perdices, je!) sobretodo cuando se abusa con tanto descaro de la violencia gratuita… pero a 8 euritos la entrada.
Pastiche refrito engendrado en la monstruosa churrería del cine contemporáneo que además desprende un insoportable hedor a decadencia. Atreverse a este salto mortal con múltiples piruetas, sin red de protección pública o critica, entiendo que debería ser tarea de valientes genios o de idiotas fantasmas motorizados, a riesgo de que el estampado que te puede esperar abajo puede ser de campeo(neo)nato. En este caso: Chaff!!!