martes, 21 de diciembre de 2010

· Encrucijada ·

“… un mal que los roe por dentro, una gangrena que tal vez se llame vivir.”

Auténtica epopeya costumbrista de un tiempo pasado, que no siempre fue mejor, en un país mutante en su historia y en sus maneras de vivirla, España, que abarca desde los años 30, la guerra civil, y los constantes cambios de gobierno, hasta mediados de los 70, cuando la dictadura de Franco tocaba a su fin y el país empezaba a respirar aires puros de libertad sin la mascarilla de la censura.
Carlos Hondero es el protagonista de este viaje a través de la historia, contado de una manera excepcional por la autora, sincera y contundente, con una prosa deliciosa y unos diálogos brillantes, haciéndonos partícipes de su vida año a año, página a página (más de 500 que vuelan entre los dedos como pájaros asustados), hasta completar una vida donde ocurren tantas cosas que sería absurdo buscar un acontecimiento clave dentro de la trama para poder saquear el nido de su significado, demasiados huevos para incubar y una madre escritora armada con plumas cargadas de fascinante tinta literaria…
Carlos no regenta el absoluto de la trama, más allá de su ascensión social desde el puesto de botones de un banco a la dirección del mismo, ni mucho menos, sino que lo comparte con todas y cada una de las mujeres que migraron por su vida en busca de cálidos paisajes, pasajes, capítulos, cada una de ellas tiene el suyo propio (en mi opinión el gran acierto de esta novela, ya que así conocemos a fondo hasta el más mínimo detalle de sus personalidades, caracteres, formas de lidiar con la ambición del toro poderoso Dios mundano apellidado Hondero... y enamorao de la luna), además desfilan otra serie de personajes imprescindibles para entender el desarrollo de la historia, cerca de 200 creo, pero son ellas y solo ellas quienes guían sus andanzas, y las nuestras a través del cielo cargado de letras: Remedios (la madre que lo parió y lo crió en una Barcelona republicana que resiste altiva la invasión nacional), Estrella (la femme fatale que brilla con la fuerza del deseo sexual no correspondido), Angelina (la viuda del primer jefe de sección, solidaria y sumisa a la hora), Paloma (la fémina que suelta al aire libre sus canas de condición sometida, huele a libertad), Alicia (su primera mujer, madre de su única hija e hija asimismo del jefe supremo de la Banca Salcedo, braguetazo al status social), Victoria (amiga de juventud casada asimismo con su único amigo conocido, Paco Moraldo, un matrimonio “liberal” con muchísimo peso en el desarrollo de la historia), Serena (el amor absoluto, el que siempre se viste de… luto), Carlota (su hija, heredera del imperio que de tan pura supura… ganas de morir), Lolita (el primer amor, el único verdadero, la complicidad, Platón jugando con los sentimientos sin consumar)…
Mercedes Salisachs ganó el premio Planeta en 1975, año clave en la historia de España donde los haya, con esta novela, antes tuvo que escribir otras con pseudónimo, y tiene una larguísima trayectoria como escritora, transita por los 94 años, casi nada. Dicen que nunca es tarde para descubrir algo bueno, en mi caso es el primer libro que leo de ella, no será el último. Delicioso.-