lunes, 14 de diciembre de 2009

Espejismos

Cuando más olvidada parecía la reivindicación saharaui, acorralada por Marruecos en su gueto y olvidada de España por el careto, resulta que esta activista vuelve a poner en boca de todos la defensa de una causa justa, generando debate en la calle y haciendo llegar el asunto a los gobernantes de ambos países, que parecen ni siquiera avergonzarse de que Aminetu Haidar, en huelga de hambre desde el pasado 15 de Noviembre, vaya a perder la vida en su cuchitril del aeropuerto de Lanzarote donde inició la protesta sentada en el suelo de la terminal con una pancarta y una botella de agua como únicas armas de defensa contra la torpeza institucional.
Pero se ha creado una plataforma entre los artistas e intelectuales de la sociedad española, que parecen no estar dispuestos a cerrar los ojos ante la injusticia. Todo empezó casualmente, como suelen ocurrir estas cosas; fue en agosto de 2006 durante un concierto de Estopa en San Javier (Murcia) donde se encendió la mecha solidaria cuando dedicaron el recital al pueblo saharaui, acababan de conocer en el camerino minutos antes, a una chavala del desierto que les explicó con pelos y señales un conflicto del que no tenían ni idea (¿A cuantos de nosotros nos sucede lo mismo?); entre el público y tomando unas birrillas rumbirockeras se encontraba Javier Bardem, siempre atento a este tipo de movidas, que un tiempo después acudió a recoger un premio al festival de cine del Sahara y declinó la invitación de alojarse en lujosos hoteles de Marruecos, siendo alojado en una jaima de refugiados por la familia de aquella chica, que en su inocencia llamaba al amigo grandullón “El gordo que ronca”, con el sueño de los benditos que provoca la conciencia tranquila añadiría yo; Javier nunca olvidó aquella experiencia y empezó a ponerse en contacto con gente que vale la pena, siendo actualmente el abanderado, lógico por su repercusión internacional, de todo este grupo que cada día visita a Aminetu por turnos. Entre los “insurrectos” reclutados para la causa, además de los hermanos Muñoz, dan la cara las siguientes personas: Pedro Almodóvar, Manu Chao, Penélope Cruz, Kiko Veneno, Benito Zambrano, Edu Soto, Marisa Paredes, Kira Miró, Maribel Verdú, Carmelo Gómez, Rosa María Sardà, Emma Suárez, María Barranco, José Coronado, Manuel Vicent, Fernando Tejero, Eduardo Noriega, Icíar Bollaín, Fernando Colomo, Alberto San Juan, Hugo Silva, Macaco, Javier Corcuera, Fran Perea, Pablo Carbonell, Achero Mañas, Fernando León de Aranoa, El canto del loco, Lola Dueñas, Santi Millán, Pau Donés, Bebe, Elena Anaya, Juan Diego Botto, Guillermo “Willy” Toledo, Pilar Bardem, Veronica Forqué, Miguel Ángel Muñoz, Joan Manuel Serrat, Eduardo Galeano, Imanol Uribe, Silvia Munt, Carlos Bardem, Amparanoia, Fermín Muguruza y Julio Medem. Y siguen fichando, como debe ser…
Vamos a ver, esta claro que hay que hacerse oír como sea, porque cuando se apaguen los focos y las cámaras que hoy informan de Aminetu, este pueblo será olvidado durante otros 35 años, que es el tiempo que hace que España abandonó la excolonia que perfumaba su apestosa historia, esto no es como el desodorante Fa que no te abandona, aquí el hedor está vigente y debemos sentirnos culpables de esta memoria porque nuestros padres y abuelos abandonaron a esta gente a su suerte, no lo olvidemos nunca.
Aminetu Haidar solo quiere un permiso para volver a su casa, que Marruecos deniega y España ignora mientras la vida se le va en territorio canario; ¿o es que queremos hacer de Lanzarote la patética hazaña bélica del islote de Perejil?; la plataforma de Bardem y su gente pide una solución rápida al conflicto para salvarle la vida, aunque me temo será una mártir porque morirá de hambre o no podrá resistir las secuelas irreversibles de tantos días sin probar bocado; mientras tanto los ciudadanos de a pie pedimos la intervención del Rey Juan Carlos pero parece ser que el monarca anda muy ocupado preparando el discursito de Nochebuena, ¡manda Borbones!. Puede que Aminetu no vuelva a casa por Navidad ni coma turrones, pero espero y deseo que a otros se les atragante tanta desfachatez.
Señores míos; el Sahara no quiere ser ni marroquí ni español, es el sentimiento de sus gentes y hay que respetarlo, creamos de una puta vez en el sufragio universal y en el valor de la democracia con el voto libre de sus ciudadanos. Ellos tan solo son gentes del desierto, y quién ha tenido la suerte de conocerlos afirma que poseen el don de enseñarte la humildad, el coraje y la determinación de lo mejor del ser humano. Dejémoslos vivir en paz.-