lunes, 9 de noviembre de 2009

N.Y. - God bless you


Intentando que el jet lag no me coja por las orejas y situándome de nuevo en mi espacio vital, vacío los bolsillos del pantalón de centavos que bailan sueltos entre billetes arrugados de 1$, y lleno los pulmones de la brisa nostálgica que sopla en mi ciudad con la intención de regenerar los alvéolos contradictorios y devolver al aparato respiratorio su pulsión habitual, lejos de los aromas imposibles, tan especiados como especiales, que te azotan la nariz en cada esquina de la gran manzana y volver a sentir de cerca la brisa salada del mar tranquilo, pequeñito oasis de calma moderada comparado con el salvaje océano de turbulencias urbanas que tose como perro estresado al otro lado del charco atlántico.
Álbum de sensaciones plagado de cromos que nunca se repiten y enmarcado en la incomparable isla de Manhattan, corazón que señala tus pasos one way con la puta prisa que tiene el verdugo por apurar la última voluntad del condenado a vivir; esta metrópolis que rezuma historia moderna por sus cuatro costados, cosida con los retales más esplendorosos de la cultura contemporánea, es el monstruo que hemos creado entre todos, auténtico mosaico de la condición humana y referencia que late al ritmo acompasado que marcan los designios del hipócrita American (Human) way of life.
Podría probar de pasar un afilado bisturí por el ojo que todo lo ve del observador aficionado para arrancarme unos jirones de vivencias e intentar describir lo que se siente pateando sus calles pero siempre me faltarán palabras para definir la irrepetible imagen que se te queda grabada en la retina; así que prefiero ir digiriendo poco a poco este bocado de realidad fascinante por miedo a atragantarme y vomitar esputos existenciales entre tanto contraste, así que ya iré dando la barra y encendiendo estrellas de neón con cualquiera de las múltiples sensaciones que me produjo esta city, para que nunca se apague su… belleza.
No se si volveré, solo se que nunca viviré allí y que jamás la olvidaré. Impresionante.-