martes, 27 de octubre de 2009

Radio Madrugada

Un tipo listo el amigo Auster, personalmente me cae bien, no es malo con la pluma y además consigue convencerme con su siempre interesante propuesta, en ocasiones fruto de la rebuscada casuística o deliciosamente pintoresca cuando le da por mostrarnos las postales que componen su exquisita colección de la sociedad norteamericana en general, y cual bufón de Woody Allen, la neoyorkina en particular.
Este es un libro atípico, ya que son los lectores quienes lo escriben, y después lo compran o para ser más justo con su argumento, los oyentes de un programa de radio, intentaré resumir la jugada maestra del lince Paul : El mágico mundo de la radio, los que compartan conmigo la afición a las ondas hertzianas ya saben de lo que les hablo, cogemos un programa de esos de participación donde como sucede con las letras blogueras, la voz anónima no tiene pelos en la lengua, llaman a esa emisora durante, pongamos el periodo de un mes, cuatro mil personas contando una historia particular, de los más variados temas (sueños, guerra ,muerte, amor, etc…), de las que resultan agraciadas 180, es decir que el desahogo de tu noche de verano será editado a mayor gloria de dios, que es tu padre claro… personas de cualquier edad, con las barras y estrellas de los 42 estados norteamericanos representados, fifty-fifty hombres y mujeres, hechos insólitos, vivencias y curiosidades de gente de todos los estratos sociales, ricos, pobres, gordos cebados de hamburguesas y delgadillas de diseño, altos pivots de la NBA y bajitos de los que crecen en los circos, frikis, politicos, gays, deportistas, vendedores de helados, incluso algún torero si no recuerdo mal, la sociedad mestiza hecha trizas…todo a la coctelera, se agita, y ahí tenemos el retrato de una sociedad, la nuestra, donde todo es posible, contamos nuestros recuerdos en público y alguien se encarga de buscarles un rinconcito en la posteridad…
“No estás sola” es una canción del primerizo Mike Ríos que siempre me gustó mucho, “alguien te habla en la ciudad… la,la,la!”, meandros de historia que conforman el río de la vida, el mismo que va a parar al mar de la existencia… pezqueñines, no gracias!, libraco de 518 páginas francamente interesante, de los que hay que dejar crecer.
Ya que te pones a extender la ropa de los otros, amigo Auster, lavando la tuya primero en la lavadora que centrifuga la sinrazón como has demostrado en otros de tus libros, te voy a perdonar que estuvieras un pelín vago a la hora de hacer tu propia aportación particular a la historia contemporánea que retratas, mas que nada porque algunas de tus obras consiguen coronar cimas que otros ni sueñan en alcanzar, y es que no es nada fácil componer los personajes que tu logras hacernos creer que existen, esos que buscamos y encontramos, leemos y conocemos, presentimos, tienes talento amigo Auster, no nos jodas más con historias de otros, invéntalas y háznoslas creer como tu sabes.