martes, 29 de septiembre de 2009

Gotitas


Un día mi mujer me preguntó quién de entre todas las modelos me parecía más atractiva, es una preguntilla que se las trae, pero cuando existe la suficiente confianza para hacerla y para responderla uno tampoco se anda demasiado por las ramas, o sí, como que le surge el lado mono bestia animal de su condición y no necesita demasiado tiempo para dar una respuesta. No entiendo demasiado de este tema, digamos que me interesa lo justo y necesario para comprender el mundo en que vivimos, donde la publicidad ocupa una localidad muy importante en nuestro teatro de estímulos exteriores, yo me rebelo contra ellos porque no me rijo por las modas, nunca lo he hecho, eso no quiere decir que no estudie el componente social que se deriva de ellas.
La señorita en cuestión ya tiene 35 años y su nombre es fácil de recordar, ahora que casi todas las famosas de la pasarela tienen apellidos interminables y te suenan a atletas rusas, más allá de lo que se esconde tras el maquillaje y cuando uno ha aprendido a valorar la belleza física en su justa medida; dejando atrás su agitada vida personal que incluye noviazgos con famosos tan piradotes como ella, me parece una chica muy atractiva, de las que posee una fotogenia fuera de toda duda (hablo de mis gustos personales, claro), que sabe mimar a la cámara para que esta capte lo mejor de ella, como sucede con Juliette Binoche o Natalie Portman en el cine por poner algunos ejemplos similares.
Yves Saint Laurent, este no se quién es, que no le pongo un careto pero me suena vaya, saca un perfume de esos carillos al mercado para que los pijos se los regalen en papel de celofán barato a sus futuras conquistas, mucha pasta en juego, todas las estrellas de la pasarela detrás del pastel económico del spot, y resulta que la elegida entre todas las pardillas es la femme fatale, y yo que me alegro.
- Lo sabía! – Me contestó…


Musica Spot: Depeche Mode - "I feel you"

sábado, 26 de septiembre de 2009

Nitrato en el alma

Que un cineasta como Tarantino tenga que salir de la retaguardia cinéfila, metraletra en mano, derrochando las palabras de calibre superior que contiene su excelso guión y disparando contra todo crítico viviente que se le ponga por medio, clama al infierno de la injusticia. Pero aquí está su propuesta, a la vista de todos, para que el cielo del espectador la juzgue y la coloque en el sitio que merece, el de las películas que no se perderán en la memoria del olvido. Obra maestra, digámoslo ya encarando al enemigo dispuestos a defender con bastarda obcecación el maldito universo del celuloide.
Siempre me interesó esa nefasta página de nuestra historia que representó toda la extensión de la parafernalia nazi y su intento de conquistar Europa y quién sabe si por extensión el mundo, toda esa propaganda macabra que intentaron inculcar en los países colindantes con el imperio ario, que tuvieron que soportar su brutal invasión con el inexplicable pretexto de la caza y persecución del judío, los amagados intereses que se escondían en las verdaderas intenciones de aquella piara de cerdos uniformados lógicamente iban bastante más allá de las apariencias genocidas contra un pueblo.
Tras esa overtura marca de la casa al más puro estilo spaghetti western, entramos en la dinámica de la historia de la mano de un director al que jamás le tiembla el pulso a la hora de mantener el ritmo narrativo durante las dos horas y media de metraje, que pasan en un suspiro como la hoja de un afilado machete peinando una cabellera, siempre manteniendo los ojos bien wide shut para no perdernos ni el más mínimo detalle de todo lo que acontece, que es mucho más de lo que reflejan los estupendos diálogos y lo que abarca el objetivo de la cámara de Quentin.

En este sentido, utilizando como mera excusa a su escuadrón bastardo, ya que asoman solo cuando se nos antoja imprescindible su aparición en escena, todo el protagonismo recae sobre el monumental elenco de actores secundarios, donde los perros del führer son actores alemanes como debe ser para dar veracidad lingüistica a la interpretación y los aliados yanquis o los invadidos franceses representan todo lo que la idiosincrasia de estas nacionalidades da a sus formas genuinas de ser, atención también al trío de “italianos” que añade al coctel fílmico esas gotitas de humor negrísimo tan presentes en todo el cine de Tarantino.

Capítulo aparte merece una escena en particular, la que acontece en la tabernucha del sótano de París, donde una serie de personajes, hasta el culo de cerveza unos y de whisky escocés los otros, protagonizan uno de los momentos más memorables que yo recuerdo haber visto en una pantalla, 30 minutos de puro cine con unas composiciones brutales de un guión superior, entre trago y trago, mientras juegan a un extraño y asfixiante juego que consiste en pegarse una carta en la frente y adivinar personajes famosos de la historia, marcas frontales mientras controlas al camarada del frente, de frente, al frente, marcado en la frente, sin descuidar la espalda…
Asimismo destacar la interpretación de Christoph Waltz, un coronel nazi especializado en la caza del judío que se erige en el auténtico protagonista de la trama llevando todo el peso de la historia, que se marca una interpretación memorable, si no le dieran el Oscar o cualquier premio de los gordos a este tío en representación de todo el excelente casting sería de juzgado de guardia.
Estructurada a modo de libro en cinco capítulos perfectamente ensamblados en su conjunto, el triángulo mágico formado por presentación-nudo-desenlace se conjura para ofrecer, a quién tenga la osadía de disfrutarla, una película redonda, grande de verdad, predestinada a hacer correr ríos de tinta, que desembocaran sin ningún género de duda en el mar de la posteridad.

La cruzada de los niños

Yo tampoco acabo de entender porqué nos empeñamos en tomarnos demasiado en serio esta vida, en darle una trascendencia desmesurada a cosas que carecen de sentido, si en el fondo no somos más que nómadas de la existencia perdidos en el cosmos del presente, antes fuimos pasado y después seremos futuro. Somos inmortales en tránsito hacia lo desconocido, así que paciencia amiguill@s y sepamos valorar el verdadero significado de nuestros actos, ceniza somos, ceniza seremos, cigarrillos aplastados en el cenicero universal en busca de inspiración divina…
Billy Pilgrim, el protagonista de esta excelente novela de ciencia ficción, os lo explicaría mejor que yo, no en vano ha estado en Trafalmadore (premio para quién sepa donde se encuentra este lugar), y no de vacaciones precisamente… pues bien, el peregrino Billy se ve implicado en el bombardeo aliado a Dresde, en un guiño autobiográfico que el autor se permite introducir en la obra, por lo visto Vonnegut siempre quiso plasmar por escrito sus experiencias personales en el conflicto bélico, y perdido en la absoluta diatriba de escribir sobre la seriedad de la contienda, la luz de la inspiración lo llevó hacia el terreno de la imaginación, que como ya sabemos, siempre supera a la realidad... ¿o no?,vete tu a saber, la cuestión es que la escritura irónica e incisiva a partes iguales con que el autor construye su “epopeya” (no os asustéis, son solo 188 páginas) antibelicista consigue atravesar la barrera de la ficción y acercarnos a una realidad que hasta da miedo reconocer, creer; y no tenemos otro remedio que aplaudir la inspiración de un escritor que hace creíble a un personaje patético por fuera e intenso por dentro, es más, nos monta en su máquina del tiempo y solo nos cobra, pongamos 6 euros que debe valer ahora este libro… baratito, eh?
Ya no recuerdo cuando lo leí, no me extrañaría que fuese en la puta mili por aquello de ponerse en situación, pero tengo imágenes grabadas a fuego en el casco, esta historieta transcurre en la 2ª guerra mundial, la última de las grandes espero… con tipos como Pilgrim infiltrados en las trincheras seguro que a algunos les cuesta más seguir jugueteando con el terror.-

* Para los que prefieran las imagenes a las letras, existe una curiosa versión cinematográfica de George Roy Hill, quién dirigió en 1972 su delirante visión sobre el libro, escrito en 1969, con actores semidesconocidos, recayendo el papel de Billy Pilgrim en un tal Michael Sacks. Como casi siempre, mejor la novela...

miércoles, 23 de septiembre de 2009

A vuestra Merce-D


Muy cerca, no importa que tan lejos
No pudo ser mucho más que del corazón
Por siempre confiando en quienes somos
Y nada más importa
Nunca me abrí de esta manera
La vida es nuestra, la vivimos a nuestro modo
Todas estas palabras que no me limito a decir
Y nada más importa
Busco confianza y la encuentro en ti
Cada día hay algo nuevo para nosotros
Abrir la mente para una visión diferente
Y nada más importa
Nunca me preocupé por lo que hacen
Nunca me preocupé por lo que saben
Pero lo sé...

Murió el heavy en un callejón del recuerdo y aquí se presentaron los resistentes a traerle una flor, ¿cuánto vale una orquesta de cámara?, vale lo que vale… pos vale, no está mal. Vamos a prostituir la música culta, acarreando todas sus consecuencias.
A mí que me traigan un ratillo de ocio con hielo… y nada más importa.-

lunes, 21 de septiembre de 2009

El oro de Polonia

Lo consiguieron los chicos de oro, después de 6 finales de Eurobasket perdidas a lo largo de la historia ayer tuvo que ser esta impresionante generación de jugadores quién lograra ganar el penúltimo reto que les faltaba después de ser campeones del mundo en Japón 2006 y subcampeones olímpicos en Pekín 2008, ahora solo queda ganar el oro olímpico, la próxima oportunidad en Londres 2012, yo creo que van a llegar algunos de estos y otros jóvenes que vienen por detrás, parece ser que se trabaja bien desde la federación y que el Basket se ha consolidado como segundo deporte nacional…
Desde que se juntaron por primera vez en 1999, ganando la final del Mundial junior a la todopoderosa EEUU, empezaron a sonar los nombres de aquellos mocosos que empezaban a despuntar en esto de la canasta, allí estaban unos imberbes Pau Gasol (elegido MVP del torneo y en mi opinión el mejor pivot del mundo), Juan Carlos Navarro (la puta bomba que te cose a triples a la que lo dejas solo, el gran capitán), Felipe Reyes (uno de los jugadores mas generosos que yo he visto jugar, todo entrega), y Raúl López (un base que siempre está ahí cuando se le necesita). Vaya, que la columna vertebral del equipo lleva diez años jugando junta y se conocen a la perfección.

A partir de ahí han ido surgiendo una serie de jóvenes que nacieron rondando el boom de la famosa plata conquistada en Los Angeles 84 (que grandes jugadores aquellos Epi, Solozábal, Corbalán, Fernando Martín, Jiménez…), y que ya empiezan a ser considerados como futuras estrellas mundiales, algunos de ellos jugando ya en la NBA que con su red de ojeadores extendida a través del globo no deja escapar a ninguna de estas futuras promesas. Jugadores como Rudy Fernández que desde su posición de “3” se ha partido la cara con gente mucho más alta y experimentada que él, Ricky Rubio que tuvo la gran responsabilidad de suplir al lesionado Calderón y lo bordó con 18 años que tiene el angelito, Sergio Llull o el futuro de los tiradores con responsabilidad, Marc Gasol el peque de los Gasolinas combustible bajo los aros pedazo jugador con un par, Jorge Garbajosa el viejo lobo que siempre está ahí la veteranía es un grado o Alex Mumbrú que se llevó su pedacito de gloria en el que quizás sea su última batalla grande.Tras un torneo irregular donde fueron de menos a más, pasando incluso apuros de clasificación, ayer ganaron la final a Serbia con insultante autoridad, casi un paseo para coronarse a la séptima oportunidad como Campeones de Europa, rozando el séptimo cielo vaya.
Felicidades, chavales!


ESPAÑA 85 - SERBIA 63

viernes, 18 de septiembre de 2009

Mujeres (Two different ones)

Es duro haber dedicado una parte importante de tu vida a prepararte en alguna materia específica, una licenciatura de alguna carrera por ejemplo, y tener que buscarte las habichuelas cuando la vida aprieta en algún trabajo de baja estofa que te permita salir adelante, alimentarte, y pagar la cuota mensual de tu propio cielito material en la tierra, tus cuatro paredes amplificadas para escuchar los sonidos vecinales e insonorizadas para no sentir los lamentos de la injusticia social, sobrevive que no es poco…
Patricia Highsmith acababa de escribir “Extraños en un tren”, y por esas cosas de la vida y en espera del reconocimiento posterior, tuvo que trabajar en unos grandes almacenes, en la sección de juguetes concretamente, para subsistir, Frankenberg podría ser lo que ahora nosotros conocemos como “El hachazo Británico”, esos templos del consumo instalados en la mayoría de nuestras ciudades, no les hace falta publicidad, ¿verdad?, tuvo que ser un gordo inglés, genial como pocos, quién recién publicada esa primera novela compró sus derechos de inmediato para adaptarla al cine. Pero esa corta experiencia en un trabajo tan sacrificado marcó a la autora y a la vez le sirvió de experiencia para escribir esta, su segunda novela. Hitchcock tuvo buen ojo, Highsmith inspiración y perseverancia para desarrollar una interesante carrera literaria posterior, y encerrarse con un solo juguete, la pluma, ese que más que conocer el libro de instrucciones, aunque nunca esté de más echarle un vistazo, requiere un don especial: el talento.

Therese, alter ego de Patricia, trabaja a diario en Frankenberg, no es una vomitiva “Gaztañaga” que vende miserias cotidianas a 50 peniques la confidencia, vende juguetes para inocentes criaturas, hijos de la depresión americana, que crecen en Nueva York al abrigo de un futuro incierto en la tierra de la libertad mutilada, simplemente es una de esas mujeres que nos gustan a los hombres, una mujer de verdad.
Carol se acaba de divorciar, una fémina extremadamente elegante, con un toque artificial a primera vista, celosa de una intimidad que muestra a cuentagotas, caprichosa femme fatale de cabellos dorados, de las que suelen mirar por encima del hombro a los hombres consciente de sus propias armas, una mujer preparada para el triunfo en nuestra sociedad de hoy, pero estamos en 1952… y en este preciso instante solo tiene una necesidad, comprar una muñeca para su hija, inocente víctima del error de sus progenitores.
Dependienta y clienta potencial se conocen en una de esas transacciones básicamente mercantiles que se producen cada día por millones en cualquier establecimiento dedicado al comercio, yo te vendo, tu me compras, y si no, que te den, que yo solo soy una triste empleada…esta muñeca no me gusta, a esta otra le falla la expresión, demasiado impersonal, de esa de allá no me gusta el vestidito, y esta ni siquiera llora ni hace pucheros… Therese sube escaleras, vuelve al mostrador, abre cajas, exhuma muchachitas de plástico, las vuelve a enterrar, la clienta no acaba de decidirse, gajes del oficio…¿Almorzamos juntas?

Con esta sencilla puesta en escena, la autora nos presenta a dos mujeres aparentemente dispares en sus principios, en sus sentimientos, en su manera de ver la vida y de vivirla, dos polos opuestos que por uno de aquellos caprichos del destino se atraen. Una cita, un encuentro que cambiará para siempre el resto de sus respectivas existencias.
A partir de este momento, y con una prosa rica en matices aderezada con unos brillantes diálogos presentes en el trascurso de toda la novela, esas conversaciones a dos bandas entre Therese y Carol donde se despojan poco a poco de todos sus miedos, sus dudas, y donde la autora nos presenta a una serie de secundarios perfectamente ensamblados en el conjunto de la obra ( el resentido Richard, el noviete defenestrado de Therese o la señora Robichek, una de sus compañeras de trabajo, entre otros), empieza a fraguarse esta historia de amor entre dos mujeres, sin miedos, sin disfraces, con un atrevimiento ejemplar para la época. Una elegante y preciosista salida del armario por la puerta principal; la de la dignidad.-

jueves, 17 de septiembre de 2009

Wender´s Hotel

Los hoteles siempre me han parecido algo más que casas de hospedaje, si normalmente cada domicilio particular ya es un mundo en sus cuatro paredes, un hotel es como un macrosistema estelar (de una a cinco estrellitas como las pelis) donde tras la puerta de cada habitación suceden las historias más rocambolescas que uno pueda imaginar, lo sé de primera mano porque trabajé durante un estrambótico año en uno de ellos, necesitaba pasta fresca y además del sueldecillo también me compensaba la brutalidad de los horarios con las propinas de los inquilinos; hacía un poquito de todo, desde chapurrear idiomas en recepción hasta trapichear con maletones peleando con ascensores y carritos como el botones Sacarino, pero mi puesto estaba en el Room Service, servicio de habitaciones a la carta, se llama a un número y el que coge el teléfono te sube a tu suite lo que te venga en gana, así de sencillo, puedes pedir cualquier cosa como al genio de la lámpara pero dependiendo de lo insólito del deseo deberás estar dispuesto a abonarle al Sr.Lobo el bolsillo con semillas de euro, si puede ser que no sean monedas que después le pesaran los bolsillos y distorsionaran su triste figura de uniforme de frac negro, camisa blanquísima y pajarita incluida… pio pio vas cogiendo tanta experiencia recorriendo un pasillo de esos largos que solo escuchar el tono de voz al otro lado del aparato requiriendo tus servicios ya intuyes que tipo de persona te va a abrir la puerta…
Entre todo la fauna que pulula con tarjeta magnética apurando el último trago del piano bar antes de pelearse con una cama nueva, siempre me llamó la atención, además de las parejas de usuarios, furtivas o prometidas; esos seres solitarios que se recluyen en uno de estos establece-cimientos para tratar sus asuntos particulares, que casi siempre son “serios”, pequeñas historietas que discernir sin respeto al deber… y con los gastos pagados.-


martes, 15 de septiembre de 2009

La ventana discreta

Estos detallitos son los que me hacen desenfundar la cámara, meterle dos cartuchos en forma de pila recargable, que ríete tú del Duracel por lo que tarda en expirar la carga sin ser utilizada y disparar unos flashes hacia la línea del frente…
El cielo que no desfila en pasarela tiene un tono grisáceo, pero a las 12 del mediodía ya sugiere tormenta de media tarde, lo saben los niños urbanos que debutan esta semana en el cole, también la paloma sin mensajes que corona la farola, y lo flipa el perrazo ese negro que siempre está asomao a la ventana de su habitación, como esperando que comience la función de los truenos, un año más.-

"Don Perro" - Sept/09

domingo, 13 de septiembre de 2009

... y te sacarán los ojos!

“Españoles… Franco ha muerto”, sollozaba uno de los últimos cuervos de la dictadura ante nuestras pantallas en blanco y negro de la época, una imagen que valió más que sus escuetas cuatro palabras.
Mientras agonizaba el inculto caudillo, Saura finalizaba el rodaje de esta excelente película, donde a modo de observador todavía preocupado de sortear las reminiscencias de la censura, nos introdujo en un fascinante ejercicio metafórico sobre los nefastos años de gobierno dictatorial y la herida que dejaron en la población que tuvo que soportarlos, que luchó por sobrevivirlos, que entregó su vida por combatir aquella absurda lacra.
Yo tenía 9 años, recuerdo vagamente que había jaleo en casa, que me despertaron del sueño de los niños y alguien me puso una copa de cava en la mano izquierda, no sabía bien lo que había ocurrido, me costó unos años más entenderlo, pero mi madre sonreía e intentaba peinarme los pelos rebeldes del despertar precipitado con sus manos de seda y mi padre luchaba por disimular las lagrimillas que acudían a su rostro impenetrable. ¿Qué quiere toda esta gente, que viene de madrugada?, allí estaban algunos familiares, vecinos del bloque, del barrio, buena gente, trabajadores del orgullo social, resistentes a la humillación, rebeldes con causa contra el yugo del águila negra…
Ana tenía mi misma edad por entonces, y también despertó esa noche a la misma hora, ¿en otro lugar?, tras escuchar algo extraño en el cuarto de su padre, un militar viudo a las órdenes de Franco, se acercó con sigilo gatuno y observó a una misteriosa mujer salir corriendo de la habitación. El jodido militar está muerto y la niña de los ojos tristes con la inocencia amputada, no encuentra explicación a lo sucedido, tan solo puede abarcar un sentimiento de culpa que le sube desde los fríos pies desnudos, le atraviesa la espalda y le ilumina el aura con una mirada que ha pasado ya a los anales de la historia de los niñ@s en el cine, impresionante Ana Torrent en una soberbia interpretación, llena de sentimiento de orfandad…
A partir de esta primera escena, sutil como una sábana recién lavada, Carlos Saura construye una parábola sobre el tortuoso proceso vital de Ana y sus hermanas (a Woody le haría gracia, je!), sobre el proceso de madurez de una sociedad aniquilada por los estertores del franquismo y que apostaba por la esperanza de un futuro mejor… Juego de miradas entre la niña triste que nos hacía meditar y la mujer vestida de negro que nos hacía soñar (una magistral Geraldine Chaplin en un doble papel antológico como madre de Ana, y la propia Ana adulta), ojos que hablan, que susurran el mismo dolor..
Aquella noche, entre el humo de los cigarrillos de contrabando, y las burbujitas doradas del elixir de la viña del señor Freixenet, me pareció ver entre los adultos desperdigados en abrazos y risas blasfemas a una niña asomando en el quicio de la puerta, puede ser que estuviera soñando no os lo niego, pero os juro que me sonrió, como solo los niños saben hacerlo entre ellos.
Ha pasado mucho tiempo, pero nunca olvidaré que compartió su secreto conmigo y me dijo como se llamaba aquella misteriosa mujer que entró a hurtadillas a violar los aposentos de la injusticia, de la prepotencia, de la incultura y de la humillación, su nombre es inmortal y el tiempo no pasa por ella, aunque la mancillen y la prostituyan en nombre de intereses de baja estofa. Aquella mujer se llamaba… Libertad, y a mí me sigue llenando de orgullo en las raras ocasiones en que consigue arrancarme una sonrisa.-

sábado, 12 de septiembre de 2009

¿Dónde dormiste anoche?

18 de Noviembre de 1993, New York, una fecha como cualquier otra para MTV y Sony, que organizan el evento, en la cúspide de la fama los chicos de Seattle, encontraron el filón y eligieron dinamitarlo en un unplugged antes de dirigir sus zarpas hacia nuevos grupos emergentes a los que izar a las alturas, despellejarlos y adaptar la música de masas a los tiempos que corren, carne fresca para la máquina, pero no contaban con que la noche de autos Kurt Cobain, Krist Novoselic, Dave Grohl y el resto de la banda con Pat Smear como segunda guitarra, Lori Goldstom y su ajustadísimo cello, y los Kirkwood rellenando huecos con sus guitarras comparsas hasta sumar un cuarteto de cuerda estarían tan pletóricos como para ganarse un hueco en la posteridad, si queríais caldo tomad dos tazas, en el fondo solo ansiaban grabar un legado, demostrar que pudieron haber sido muy buenos.
Algo en el ambiente hacía presagiar que estábamos ante el último concierto de Nirvana, Kurt aparece en el escenario flaquísimo, como un suspiro de inocencia, manga larga para esconder las huellas de oscuridad que tatúan sus venas, ropas de octava mano, y unas bambas podridas con muchas juergas en sus desgastadas suelas, sentado en un taburete de office-bar y aferrado a su guitarra acústica… cambia las cuerdas zurdo que vas al revés!, ajusta el micro a la curvatura de su espalda, y se dispone a soltar el lastre que lo ha llevado hasta allí, el peso de la fama, a la que siempre renunció. Enciende un cigarrillo, perdón ¿les importa que fume?, tonight is the night, todo vale… “About a girl” abre el concierto, si alguien tenía dudas sobre el estado de forma de los chicos, ahí estaba el listón a superar en la primera pieza, atrás quedaron los tiempos en que ensuciaban los escenarios con sonidos duros y se lanzaban en plancha al público en plena fiebre existencial, sentaditos, despacito y buena música… alguien ilumina el escenario con cirios y apaga los focos de la distorsión…. “Come as you are”, sin disfraces, como siempre fueron y así hasta 14 canciones con algunos altibajos en la parte central de la grabación, pero con una entrega fuera de toda duda, Kurt se niega a aceptar sugerencias por parte del respetable, ellos ya no huelen como espíritus adolescentes, la madurez les ha cogido desprevenidos…”All apologies” suena como una disculpa por no haber sabido ser grandes de verdad, mientras “Where did you sleep last night” cierra la histórica velada, en una versión de esta canción folk americana del S.XIX que al menos no desentona con la que otros autores de la talla de Doc Watson, Bob Dylan, Chet Atkins o Grateful Dead hicieron en su momento… Kurt a pelo, guitarra y voz, se desgañita en su última intervención, eso es blues del bueno tío!
Nirvana siempre quiso encaminar su música hacia los dos grupos que siempre admiraron, y la intención de su propuesta era intentar conseguir un sonido mezcla de The Beatles y R.E.M., Michael Stipe amigo íntimo de Cobain no pude llegar a enseñarle como se consigue llegar arriba sin renunciar a tus principios, lo intentó hasta el final de sus dias... ¿Dónde dormiste anoche, Courtney?, tu chico estuvo solo toda la noche, temblando como un perro a las puertas del infierno, mientras lloraba abrazado a la almohada…
8 de Abril de 1994, una fecha como cualquier otra para la historia de la humanidad, solo 140 lunas despues de la grabación de este disco, un electricista encuentra el cuerpo de Kurt tres soles después de que se volara la cabeza, el equipo de música aún estaba encendido, en su interior “Out of time” de R.E.M., solo un bonito cadáver y una carta manuscrita sin destinatario, y se acabó el intento de alcanzar el Olimpo de la música, no seré yo quién los juzgue, la historia los pondrá en su efímero lugar, el de los devorados por las buenas intenciones.-

lunes, 7 de septiembre de 2009

Mitos

No, no soy nada mitómano y eso humedece muchísimo los encuentros de esta clase y me lleva a confesar que cuando entrevisto a Lauren Bacall, o a tantos otros de su envergadura, apenas levito. Les reconozco el mérito, la leyenda, entiendo su proyección y les admiro en su labor profesional, pero no levito, y así cuando finaliza su función apago y me voy, y me pierdo la ensoñación y el placer subsiguiente.L.B.- Jamás he tenido la sensación de tener que comportarme como un mito, porque un mito es algo que flota en el aire; yo no considero que un mito sea una cosa real, tangible. Un mito es fruto de la ficción en la imaginación de alguien. Los mitos tienen que ver con la fantasía, en mi modo de ver. Yo soy una persona que toca con los pies en el suelo, no me relaciono con el mundo de los mitos y no me siento halagada cuando me llaman mito porque, en primer lugar no sé como comportarme y no sé cuáles son las proyecciones de los otros, porque, como digo, un mito es un concepto etéreo, intangible. Lo importante es lo que uno hace aquí en la Tierra. Eso de los mitos y de las leyendas tiene que ver con la gente que ya no está en este mundo…, y yo todavía estoy aquí.
A pesar de hurgar en tan metafísico asunto y haciendo acto de fe confieso mi fascinación previa por Lauren Bacall, por su mirada, que te prende y te deja ahí, quieto, hechizado, totalmente desinteresado en vulgaridades como escotes o curvas. Desde su aparición en “Tener o no tener”, desde su primer encuentro con Bogart, ha compuesto un personaje cuyo innegable erotismo parte del cerebro y se estimula en el entretejido de la conversación, en la fina ironía que utiliza en cada momento.

L.B. – Yo diría, que de los dos, yo era la más difícil, la menos tratable porque en realidad no sabía nada. No sabía nada sobre estar casada, sobre llevar una casa, sobre hacer cine, sobre nada. No sabía nada de nada, estaba aprendiendo. Me comportaba como una esponja, absorbiendo y aprendiéndolo todo de forma muy rápida, y creo que en ese sentido Bogie fue muy paciente conmigo. A pesar de los dolores cada vez más intensos que tenía a medida que avanzaban las etapas de su enfermedad, él me miraba divertido, a veces con un poco de rabia e impaciencia, también. Su único defecto, lo único difícil en él es que siempre tenía razón. No sé si usted ha pasado por esta experiencia, pero da mucha rabia.
Cuando conocí a Lauren Bacall en Barcelona, a propósito de esta entrevista, ella tenía sesenta y tres años. Mantenía un gran aspecto físico. Se había creado una expectación enorme entorno a su visita, y es que el mito se hacía carne y habitaba por un par de días entre nosotros. Hablamos mucho de Bogart en la conversación de la tele.L.B.- Yo era muy joven, creo que tenía 15 años cuando vi “Casablanca” y estudiaba en la escuela secundaria. Antes de trabajar con él yo le había visto en varias películas y me parecía un actor muy bueno, pero no sentía…, no notaba grandes vibraciones al verle. Bueno, hasta entonces. Él había estado casado tres veces anteriormente y tenía veinticinco años más que yo, y a mi familia no se le pasó por la cabeza que pudiera enamorarme de una persona así. Evidentemente, se equivocaron. Nosotros no vivimos nunca nuestros papeles en el cine fuera de los rodajes. Supongo que esta es la fantasía de todo el mundo, creer que los actores son igual que los personajes de la pantalla. Pero nosotros no fuimos jamás nuestros personajes. Nos lo pasábamos muy bien, nos reíamos de todo, pero no. Él me llamaba Slim (flaca) y yo Steve a él, durante mucho tiempo…Y volvimos a la retórica de la mitomanía, palabra inventada probablemente para explicar el fenómeno creado a través de los años entorno a la figura de Humphrey Bogart tras su muerte.L.B.- Desde que murió se ha convertido en legendario, y una figura mítica, de culto. Le aseguro que en vida no se lo hubiera imaginado nunca. Bogie era un hombre muy honesto, sincero consigo mismo, y los personajes que interpretaba eran muy lineales, nada contradictorios. Era un tipo muy suyo en la pantalla y fuera de ella, y la gente se identificaba con esta imagen. Además, sus personajes no tenían edad, no envejecían, y eso tiene mucho que ver con la mitificación de que ha sido objeto.La cena con Lauren Bacall tras el programa, fue muy privada para evitar la cantidad de gente que esperaba que fuéramos al restaurante habitual y los fotógrafos. Cinco o seis comensales en un saloncito, escuchando la desbordante elocuencia de una mujer con mucha energía, con muchas ganas de seguir. Fatigaba su rapidez de reflejos, los juegos de palabras constantes, la fina ironía que había que cazar al vuelo en cada recodo de la conversación. Volvimos a la memoria de Bogart con el café y los alcoholes.L.B.- Yo, por fortuna o por desgracia, me he relacionado con hombres que beben. Bogie había dicho que nunca se fiaba de un hombre que no bebiera. Y yo estoy de acuerdo, porque un hombre que no bebe es alguien que siempre está alerta, que mantiene siempre su absoluto control, que nunca se suelta, que nunca hace nada atrevido, que no se arriesga a nada. Oiga, no me gustan los alcohólicos, no me interprete mal, pero yo soy una fervorosa creyente en el riesgo, en el hecho de tomar decisiones y arriesgarse.
Claro, que tomo riesgos, toda mi vida lo he hecho, es que no podría imaginarme la vida sin el riesgo; hay que hacer cosas que uno no ha hecho antes, si no, ¿cómo puede uno aprender de si mismo, cómo puedes aprender del mundo y de lo que te rodea si no te arriesgas, diga, cómo? No evolucionas nunca, vives una vida pequeña y estrecha, nada interesante; tu cerebro no crece y si tu cerebro no crece… tú tampoco.-

Fuente: Extracto del libro "Memorias de otros" - Àngel Casas

viernes, 4 de septiembre de 2009

Próxima estación: Suicide

Puede ser que fuera porqué fui predispuesto a que me gustara, teniendo en cuenta los mimbres que Isabel me ofrecía para tejer un cesto mágico con el que llenar los inexplicables vacíos que el cine contemporáneo me produce en general; unos actores implicados hasta las cachas en el contexto de la peli, una BSO impecable en cuanto a buen gusto se refiere, que va desde la melodía intimista japonesa, pasando por la chançon française más selecta, hasta… oh! No lo diré pero atención al penúltimo tema, que además deja sonar entero. Además de la fascinación que siento por todo lo oriental en general y por Tokio en particular. La delicada y sutil manera de filmar de la directora, que aquí refleja en su máxima expresión, ya la pongo como la mejor de su filmografía por delante de “Mi vida sin mí” y “La vida secreta de las palabras” que completarían el podio, incluye además algún que otro homenaje cinéfilo de una mujer que adora el cine hacia el espectador, yo he visto guiños a pelis tan dispares como “Blade Runner”, “Lost in translation” o “El perfume”, pero estas apreciaciones pueden tan solo proceder de una mente enfermiza, así que ya me contarás cuando la veas, porque yo no diré nada más siguiendo el consejo de madame Coixet que insiste en que no se lea nada hasta descubrirlo en la pantalla…
Rinko Kikuchi está soberbia interpretando un personaje tan complejo como lleno de matices, que lleva todo el liviano peso de la película escondido en una fragilidad que desdobla en otras vidas paralelas cuando se encuentra con ella misma en la soledad de las oscuras madrugadas que bañan de hielo y sangre el resbaladizo suelo que pisa para trabajar en un mercado de pescado, todos los días todas las noches excepto su día de descanso, que dedica a aceptar los encargos que le interesan como… asesina a sueldo, ya me llamó la atención cuando la descubrí en aquel secundario de lujo que bordó para Iñarritu en “Babel”, tremenda.
Sergi López esta correcto en su papel de empresario dedicado a la venta de vinos españoles (los mejores caldos del mundo, te lo digo yo, que me estoy aficionando al tema), que se monta su negociete para cumplir su sueño de vivir en esa delirante city (atención al nombre que le pone al garito, jejje!), y cuya solitaria vida converge con la omnipresente Midori (homenaje de Isabel al inolvidable personaje creado por su íntimo amigo Murakami en “Tokio blues”), en primera instancia, y después con esa Ryu (Kikuchi) que aparece en su pacífica existencia para tatuársela superpuesta sobre la piel de por vida, muy pero que muy bien filmados los encuentros sexuales por cierto, lástima que en una escena muy importante no acaba de dar la talla en mi opinión, una inexplicable laguna que ya le he visto en otros papeles, pero su entrega es incuestionable, a falta de talento natural le pone unas ganas tremendas a lo que hace, para mí suficiente… aunque no sobresaliente.
El resto de secundarios, actores japoneses desconocidos para mí, rayan a gran nivel, especialmente el padre de Midori, su sufrido secretario, y sobre todo ese narrador, único amigo de Ryu, que seguro que va a fascinar al público femenino (me consta), una voz en off que acompaña toda la historia y de la que no sabemos su nombre ni la relación exacta que mantiene con Ryu, aunque nos va dando pistas desde los 20 años aprox de diferencia que les separan (o les unen en empática visión vital), que se dedica de manera enfermiza a captar todos los sonidos de una ciudad fascinante y coleccionarlos de manera obsesiva, ingenuo ingeniero del genio… del amor.-
Sin ser una obra maestra, aunque roza por instantes la belleza, es una película muy interesante, pienso que como el buen vino va a madurar con solera, me parece francamente recomendable, de lo mejorcito que he visto en lo que llevamos de año y estamos en septiembre, ¿no?, cuando las hojas empiezan a caer de los árboles, desnudando sus ramas como esperando el cálido abrazo de ese otoño… que añoro.-

"Mapa de los sonidos de Tokio" - Isabel Coixet (2009)

jueves, 3 de septiembre de 2009

Humedad en las bodegas de la mente

¿A que tenemos miedo? A decir lo que pensamos o a lo que pensaran los demás de lo que decimos; a que nos mate el tiempo vivido o a matar el tiempo en hacer lo que realmente nos de la gana; a reconocer que nos hemos equivocado o a evadir la reparación de los daños colaterales que produce cualquier error, a hablar en público o a tener que tragarnos ese discurso que no nos interesa; a meter la pata o a que te pateen el trasero, a estar solos o a equivocarse en compañía; a que nos peguen un virus maligno o a besar al enfermo que habita en la imaginación; a darnos a nuestro modo tal como somos o a que nos den morcillas de cualquier manera; a que no suene el teléfono o a tener que contestar la llamada; a estrellarnos contra un muro o a pasear bajo las estrellas; a activar todo nuestro potencial o a paralizarnos al sentir su aliento en la proximidad…
No existe remedio contra el miedo, o puede que sí, ni medicina especializada en abortar esa sensación cuando ya se ha apoderado de ti, o puede que también, probablemente si sales por patas, cuando intuyes su presencia, caigas en las arenas movedizas de la precipitación y ese miedo que se esconde en el fondo de la ciénaga tirará de ti hacia abajo glu-glu deglutiéndote, si lo afrontas sin miedo (bendita contradicción) tienes muchas opciones de minar minar eliminarlo...
Una gran mayoría de los seres humanos en el fondo no creen en nada, pero tienen miedo de todo, ¿miedo?, ¿de qué?.-

martes, 1 de septiembre de 2009

Acordes y balas... perdidas

Dicen de esta película que es un western, vale, no seré yo quién lo discuta, pero si cierras los ojos y escuchas un diálogo tan brillante como ese del video seguramente lo podrías encuadrar en un drama lacrimógeno, una cinta de serie negra, o en cualquier otro género que se te ocurra, incluido el de la comedia.
Estos dos personajes viven exiliados en su propio mundo interior, se juntan y se separan a lo largo de sus vidas, se adoran y se odian, ni contigo ni sin ti… Personas solitarias que van pasando por la vida sin sobresaltos, saben sobrevivir luego han aprendido a existir, pero tienen tanto que decir que no les importa esperar el momento adecuado para expresar sus sentimientos, callan cuando deben, hablan cuando hay algo que decir, justo en las antípodas de la manada que no para de hablar sin decir nada y que cuando callan… lo dicen todo.
Johnny llega a un desolado pueblo a lomos de su caballo, con una guitarra colgada a la espalda como única arma para defenderse de los designios del destino, en ese pueblo se reencuentra con Vienna, que regenta un puticlub donde se alquilan personas para hacer más llevadera la soledad a otras personas.
El paso de los años ha esculpido en Vienna una forma masculina de entender la vida, mientras que ha feminizado la manera de sentir de Johnny, intercambio de roles, en dos personajes que afrontan su reencuentro como un auténtico tour de force existencial, ya va siendo hora de ajustar cuentas con el destino… entre los dos.
* Inolvidable la pieza principal de su BSO, interpretada por Peggy Lee.-


Joan Crawford & Sterling Hayden
“Johnny Guitar” – Nicholas Ray (1954)