jueves, 6 de agosto de 2009

A sangre caliente

Si eres aficionado al cine negro, este es el último clásico de tan prolífico género, basada en la estupenda novela de James Ellroy, una de las mejores partituras policíacas que he tenido la suerte de leer, Curtis Hanson consiguió filmar una película brillante en todos los aspectos, que adapta exitosamente al cine toda la putrefacta atmósfera que se respiraba en Los Ángeles en los años 50, las heces sociales que supuraban por los cuatro costados de cualquier estrato de la city; policías corruptos hasta las cachas, gángsteres de lumpen moderno que controlaban todo y que compraban placas y pistoleros epistolares por 4 dólares, además de la aparición de la prensa sensacionalista que cubría todo lo que acontecía haciendo de cualquier suceso todo un espectáculo mediático.
La principal diferencia entre el libro y la peli reside en que mientras Ellroy disecciona hasta el mínimo detalle todo cuanto se mueve en la farragosa ciénaga, Hanson se centra en el aspecto emocional de los personajes que se pudren en ella, con un ritmo narrativo sencillamente magistral.
Capítulo aparte merece el reparto del film, una serie de actorazos que bordan sus interpretaciones hasta el límite de lo genial, tocando techo todos y cada uno de ellos en sus respectivas filmografías; tres policías que actúan con códigos morales y de conducta diferente se unen para investigar una serie de asesinatos que escandalizan a la ciudad, Kevin Spacey (elegantemente rastrero pero con clase, uff! Que difícil es hacer creer eso… pero lo consigue), Russell Crowe (un sabueso duro de roer, que no se anda con chiquitas pero se apunta a las movidas mayores haciendo una apología de la violencia digna de… estudio) y Guy Pierce (el tipo listo, extremadamente frío y profesional, un poli de academia, monstruosa más que loca), entre ellos surge el compadreo, la amistad, la traición, el soplo fresco de aire que da vida o el bochornoso delator que la quita, y la rivalidad por la femme fatale de turno, Kim Basinger (una lumi de alto standing que te atrae sin remisión hacia el camino de la perdición, con una sola condición, que consigas darle algo que no haya visto todavía… un poquito de respeto y amor fraternal).

A pesar de las opiniones que en su momento la catalogaron como una película extremadamente dura en algunos de los aspectos que toca, a mí me parece una peli de una sutilidad romántica estremecedora, de las que te hacen reír y llorar o sea básicamente sufrir, por la manera en que esta hecha, interpretada, por lo que se dice entre líneas en los excelentes diálogos, y por como desnudan sus almas todos y cada uno de los personajes… y allí esta el hush-hush Danny de Vito con su cámara de lámpara y fogonazo para retratarlo, y que sepas que al día siguiente vas a salir en portada de cualquier rotativo de la ciudad, flash en los morros, por la cara.
No queda esperanza en las ciudades sin ley, esta película es un policíaco crepuscular que homenajea a todos los clásicos con un buen gusto indudable y un mensaje final sobrecogedor… ganan los malos, por cierto, ¿Quiénes son esos?-


"L.A. Confidential" - Curtis Hanson (1997)